Obras y seguridad

Miércoles 15; 10.30. Me bajo del autobús 68 en Atocha para dirigirme a la ronda de Valencia. Mi sorpresa al encontrarme todo en obras, una valla que nos echa a la carretera, y entre la valla de la obra realizada por Dragados y el quitamiedos de separación, que debe de ser la zona reservada a peatones, aproximadamente 10 centímetros. A nosotros no nos queda más remedio que ir por la carretera, en plena curva, rozándonos coches, autocares y autobuses, y toda máquina circulando.

Decido esperar al otro lado de la plaza, cruzando como podemos, para buscar a un municipal. Después de 25 minutos, no pasa ni uno. Me dirijo a Embajadores y, al llegar a la plaza, sin encontrar aún ningún municipal, veo otras obras, y entre la valla de la obra y el quitamiedos, 1,5 metros de separación para los peatones. Pero sigo sin ver un municipal. Llego a mi destino en ronda de Toledo, 10, instituto municipal, y no hay ningún municipal.

Aviso a peatones de la zona: un accidente ahí puede ser peligroso y mortal. Aviso a la empresa de construcción, si es así como velan por nuestra seguridad, cómo será la de sus trabajadores. Aviso al responsable de la Policía Municipal de zona, casi dos horas sin ver a un policía municipal en un lugar tan céntrico es mucho. Algo falla. No les estrañe, señores del Ayuntamiento de Madrid, que cada vez nos sintamos más inseguros y desprotegidos, se lo están ganando a pulso. Y no quiero volver a insistir en desastres en prevención como el del 11-M.