Videomarcador conflictivo

A falta de poco más de diez minutos para el final del partido entre el Levante y el Albacete (1-1), un pequeño mensaje en el videomarcador del estadio Ciutat de València levantó a los casi 17.000 aficionados de sus asientos. "El gol de Reggi ha sido gol", decía el texto, para sorpresa general, en el tablero electrónico. Se refería a un tanto fantasma del Levante (m. 57) que el árbitro, el madrileño Carlos Megía Dávila, no concedió. La jugada supuso la posterior expulsión del técnico levantinista, el alemán Bernd Schuster, y su segundo, Manolo Ruiz, por protestar contra esa decisión. La afición tomó enseguida la palabra. "¡Ha sido gol! ¡Ha sido gol!", coreó todo el graderío en un ambiente muy cargado contra el colegiado.

La FIFA prohíbe cualquier referencia al juego por ese medio al entender que incita a la violencia

La manifestación reivindicativa, sin embargo, puede costarle muy cara al Levante. La FIFA prohíbe "totalmente" cualquier referencia a una acción del juego en los marcadores al entender que puede incitar a actitudes violentas entre los seguidores o hacia el equipo arbitral. Así, la Comisión Nacional Antiviolencia podría actuar contra el Levante por la polémica frase.

El club valenciano, sin embargo, mostró ayer su desconcierto por lo sucedido. "No sabemos quién escribió eso: si un empleado del club o alguien de la empresa anunciadora", aseguró el vicepresidente y portavoz, Manuel Vinaixa. "Esas manifestaciones están fuera de lugar y no se realizan nunca. Hemos abierto una investigación para descubrir al responsable", añadió Vinaixa, quien aseguró que, para los directivos, fue "una gran sorpresa" la frase del videomarcador.

La Comisión Antiviolencia puede castigar con dureza al club, así como el Comité de Competición a Schuster por su expulsión, la segunda en la Liga, ambas por Megía Dávila. El árbitro no recogió en el acta el incidente del videomarcador -al no darse cuenta durante el partido del mensaje que exhibió en los minutos finales-, pero sí el comportamiento del entrenador: "Fue expulsado por aplaudir una de mis decisiones acompañándolo de un gesto ostensible de corte de mangas al aire. Una vez expulsado y estando situado en la grada detrás del banquillo local y tras una decisión del árbitro asistente número uno, se dirigió a éste en los siguientes términos: 'Es lo único que sabe hacer el enano cabrón', siendo estas palabras escuchadas por el cuarto árbitro". Schuster cargó contra el asistente, que minutos antes había instado a Megía Dávila a señalar fuera del área una falta a Ettien que el árbitro había sancionado como penalti.

También se recoge en el acta la intención del presidente del Levante, Pedro Villarroel, de entrar en el vestuario arbitral tras el partido. Megía Dávila impidió el acceso a Villarroel, que se dio media vuelta. El delegado del partido, Federico Pérez, le obligó a abandonar una zona a la que no tienen acceso los directivos. Fue entonces, después del partido y cuando estaban en el túnel de vestuarios, cuando, según el portavoz del club, Villarroel conoció el mensaje del videomarcador. El presidente se nombró a sí mismo representante "de todos los clubes de Primera" durante la posterior rueda de prensa y exigió que los árbitros sean "profesionales de una vez por todas". El Levante, que sólo ha sumado un punto de los últimos 18 y que mañana juega en el Camp Nou contra el Barcelona, se siente maltratado por los últimos arbitrajes. El club afirmó ayer que aceptará la posible sanción por el mensaje en su videomarcador, pero que estudia presentar un recurso contra la expulsión de Schuster.

Ruiz, el segundo entrenador, también expulsado por sus protestas, aseguró que en ningún momento insultó a Megía Dávila durante el encuentro: "Hablé con el árbitro en tono dialogante y le dije: 'Oye, tranquilo, pero me han dicho que ha sido gol'. Ya había expulsado a Bernardo [Schuster] y yo lo veía bastante nervioso. Y entonces me expulsó por eso, por haberle dicho tres veces que era gol", apuntó Ruiz; "a mí me lo dijo el utillero o un jugador, alguien que estaba en el banquillo. Y luego salió en el marcador, cuando nosotros dos ya estábamos en la grada. No sé cómo pudo salir eso. La gente se dio cuenta y fue un canto al unísono, todo el estadio gritando '¡ha sido gol!".

Por otra parte, César Muñiz Fernández, árbitro del Racing-Real Madrid (2-3), hizo constar en su acta que el técnico racinguista, Lucas Alcaraz, le dijo al acabar el partido desde su área técnica: "¡Que te den por el culo, hijo de puta!". La frase fue escuchada por el cuarto árbitro y recogida por Fernández.