Otro 'derby' para el Sevilla
Los de Joaquín Caparrós se imponen al Betis en un duelo en el que nadie fue mejor
El Sevilla se llevó el derby sevillano, que dejó un regusto superior a otros años. Así, desde el principio hubo emoción, y de la buena. Joaquín salió con cara de futbolista. Los rumores que le colocan en el Chelsea, los que le dan en préstamo un perfil de fuera de serie a nivel mundial, deben de haber estimulado ese resorte al que únicamente se le saltaba el seguro cuando su equipo se enfrentaba a los grandes o en los partidos en los que vestía la camisola roja de la a selección. Apenas quince segundos depués del inicio del partido, ya tuvo una oportunidad para marcar. Y eso hubiera tenido una gran trascendencia. Como sucedió tres minutos después, cuando Alves marcó a placer un pase retrasado de Carlitos.
SEVILLA 2 - BETIS 1
Sevilla: Esteban; Sergio Ramos, Javi Navarro, Aitor Ocio, David; Martí, Renato; Daniel Alves (Redondo, m. 90), Baptista, Jesuli (Jordi, m. 74); Carlitos (Antoñito, m. 60).
Betis: Doblas; Melli, Juanito, Rivas, Tais (Luis Fernández, m. 80); Assunçao, Cañas (Benjamín, m. 62); Joaquín, Edú, Fernando; y Oliveira.
Goles: 1-0. M. 3. Alves cruza a la red una dejada de Carlitos. 1-1. M. 44. Fernando se hace con un rechace en el área sevillista, fruto de una espléndida internada de Joaquín.
2-1. M. 47. Javi Navarro, de cabeza a pase de Jesuli.
Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Jesuli, Assunçao, Tais, Aitor Ocio, David y expulsó a Luis Fernández (m. 91) por doble amonestación.
40.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.
Los partidos de rivalidad máxima suelen ignorar la lógica de la clasificación o de los puntos que se obtengan en ellos. Su esencia es la de la final. No se hacen rehenes. De repente, con los futbolistas aún sin calentar sus músculos del todo, el Sevilla no sólo se ponía por delante, sino que obligaba al Betis a improvisar una naturaleza de atacante, cuando está diseñado para la cueva, como el congrio. Gracias al tempranero gol, el Sevilla contó con la coartada perfecta para recular y esperar una contra para demoler al enemigo. Justo lo que quería hacer Llorenç Serra Ferrer y no pudo.
El heterodoxo Alves salió ayer tocado con las mismas trenzas afro que estrenó en el partido que acabó en goleada al Real Madrid (4-1). Está en un momento dulce y se ha convertido en una de las únicas bazas de ataque de un sistema táctico que parece no contemplar esa faceta del juego. Cuando se analiza el fútbol que ha hecho del Sevilla a lo largo de las pasadas temporadas, resulta muy tentador concluir que Joaquín Caparrós se limita a armar una honda trinchera, con foso y todo, alrededor de la portería y que el ataque depende en exclusiva de la calidad y la inspiración de los que allí coloque. Baptista salvó los papeles el curso pasado y ahora parece que le toca el turno a Alves. Ayer abrió la banda derecha e hizo lo que quiso con Tais y compañía. Eso sí, por sí mismo, sin planes ni estrategias, genial a veces y otras inenteligible.
El gol llevó el partido al terreno sevillista, algo que se está convirtiendo en habitual. El orden de las líneas y el espléndido trabajo de Martí en el corte de los suministros de balones hacia Oliveira o Edú, ahogaron al Betis. No obstante, no se puede decir que los de Heliópolis se vinieran abajo en momento alguno.
Les rompieron la brújula casi desde le inicio, pero los béticos intentaron achuchar lo que pudieron. Su arreón conllevaba el riesgo de morir por medio de un contrataque sevillista. Y estuvo a punto de suceder en otra jugada de Alves, que centró a Carlitos y éste la empujó a la red. Pero lo hizo en fuera de juego.
La constancia del Betis tuvo su premio al final de la primera mitad, cuando Fernando aprovechó un clamoroso fallo defensivo del Sevilla para volver el partido a la realidad, tanto por la calidad de los equipos en general como del partido en particular. Pero, al poco de la reanudación, marcó Javi Navarro, El Sevilla tan sólo tuvo áspero el partido unos cinco minutos en total.
Le falló al Betis su dupla de moda, la que integran Edú y Oliveira. Hasta el minuto 35 no disparó Edú a puerta. El Betis dependía casi en exclusiva de Joaquín y sus diagonales.. El ariete Oliveira tampoco tuvo su día y lo mejor que hizo fue estrellar un balón en el palo en el minuto 75. No le sirvió la rabia al Betis y el Sevilla se llevó el derby. Ya casi parece una costumbre.
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