La amenaza del 'doble déficit'

La primera economía del mundo ha cerrado su año fiscal 2004 con una mala situación financiera. Ha acumulado simultáneamente un déficit público de 413.000 millones de dólares y un saldo negativo en su balanza por cuenta corriente del 5,3% de su PIB, cifras que no sólo ponen el peligro el desarrollo de EE UU, sino que afectan el crecimiento mundial.

La Casa Blanca no ha logrado controlar la caída del empleo. En noviembre se crearon 112.000 puestos de trabajo, la mitad de los esperados

Bush ha acumulado un déficit público de 413.000 millones de dólares y un saldo negativo en la balanza corriente del 5,3% del PIB

Los datos del año fiscal 2004 finalizado en septiembre pasado no son para nada alentadores. El déficit fiscal de EE UU ha batido por segundo año consecutivo su récord hasta los 413.000 millones de dólares, equivalentes al 3,6% de su PIB. Un cifra que ha aumentado a pasos agigantados desde los 236.000 millones de superávit registrados en 2000, año en que Bush llegó a la Casa Blanca.

Según el Gobierno, la explicación a este déficit se encuentra en la recesión de 2001, los elevados costos de la guerra de Irak y a las consecuencias de los atentados del 11 de septiembre. No obstante, los expertos apuntan a una brusca caída en la recaudación tributaria y a un gasto público que se ha elevado a un ritmo del 8,5% -el coste militar lo ha hecho en un 13,2%- mientras la economía sólo crece un 3,9%, según el último dato trimestral.

Consumo interno

A estos números hay que sumar el desequilibrio en su balanza por cuenta corriente, que este año también ha llegado a niveles históricos. Las últimas estimaciones del Deutsche Bank prevén un saldo negativo de 607.000 millones de dólares, un 5,3% del PIB del país, frente al 4,9% de 2003. Este déficit se produce porque EE UU importa más bienes y servicios de los que produce, debido a un consumo interno muy dinámico.

Históricamente este desequilibrio ha sido cubierto con la emisión de deuda estatal; sin embargo, esta vez algunos analistas, incluido el propio presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, han señalado que el endeudamiento del Estado está llegando a niveles preocupantes. La deuda pública roza los 7,4 billones de dólares, el 62,4% del PIB, una cifra que se reduce a la mitad si sólo se consideran las deudas contraídas con el exterior. Además, según apunta Greenspan, que decidió elevar hasta el 2,25% los tipos de interés el pasado martes, el enorme déficit por cuenta corriente supondrá que en algún momento los inversores extranjeros perderán el interés por adquirir activos denominados en dólares. La Oficina Presupuestaria del Congreso señala que el déficit de noviembre alcanzó los 57.000 millones de dólares.

Dólar bajo control

Por el momento, la solución que ha tomado EE UU para reducir el déficit en su balanza es mantener un dólar cada vez más depreciado en comparación a las otras monedas. De esta manera, todo lo que el país compre al extranjero será más barato y sus exportaciones serán mejor remuneradas. La cotización del dólar frente al euro ha caído un 9% en el último año.

Pese a todo, EE UU sigue creciendo a un ritmo mucho más dinámico que el resto de las economías más potentes del mundo. En el tercer trimestre de 2004, su PIB creció hasta el 3,9%, dos décimas más de lo estimado. El fuerte repunte del gasto de los consumidores -estimado en un 4,6%-, a pesar del alza que registró el precio del petróleo, fue el principal motor de la aceleración. En el segundo trimestre el PIB de EE UU aumentó un 3,3%.

Sin embargo, el Gobierno no ha logrado controlar la caída del empleo. El mes pasado se crearon 112.000 nuevos puestos de trabajo, la mitad de los esperados, y la creación de empleo todavía no ha llegado al nivel previsto considerando el actual ritmo de crecimiento económico, según concuerdan los expertos. Desde marzo de 2001 se han perdido 1,2 millones de puestos, según datos del Departamento de Trabajo.