¡Hombre! ¡Haber avisado...!
Leo en los periódicos: "El Gobierno pedirá poder usar el catalán en el Parlamento Europeo si se avisa siete días antes". Supongo yo que lo de que avisar es por la cuestión del traductor. Habrán pensado que cuando se trata de lenguas como el suajili, el urdú o el catalán no es fácil encontrar a algún nativo para hacer de intérprete. ¡Qué más quisiéramos los catalanes que ser como los suecos, que usan el sueco en el Parlamento sin avisar ni nada! El caso es que la noticia me llena de agradecimiento. Figúrense que el Ejecutivo incluso ha propuesto que los "cambios lingüísticos se apliquen también a la Comunidad Europea de la Energía Atómica". ¿Qué puedo decir? Pues que es un honor inmerecido poder utilizar esta humilde lengua (previo aviso) hasta para hablar de temas científicos.
Claro que una cosa es la teoría y otra la práctica. Y yo quiero advertir a nuestros eurodiputados que no se ilusionen pensando en sus futuras ponencias en catalán. Si son coherentes (y sé que lo son), les va a resultar imposible hablar su lengua en el Parlamento Europeo. A ver: supongamos que el eurodiputado Alejo Vidal-Quadras (es un ejemplo) quiere presentar una ponencia en catalán el día 15 de enero. Entonces deberá avisar siete días antes. Pero ¿en qué idioma deberá avisar? Lo normal sería que lo hiciese también en catalán. Resultaría absurdo que el diputado Vidal-Quadras avisase en español que va a hablar próximamente en catalán. Eso reduciría su ponencia en catalán a una concesión folclórica, y no creo que sea el ánimo del memorando. Si el diputado quiere usar la lengua catalana para expresarse en el templo de la diversidad que es el Parlamento Europeo, se supone que la quiere usar siempre. (Siempre que avise).
Por tanto, Vidal-Quadras deberá hacer otro aviso. En este aviso, advertirá de que dentro de siete días hábiles va a avisar de que dentro de siete días hábiles va presentar su ponencia en catalán. Esto suma 14 días y el plazo de 7 días para avisar habrá caducado. Pero es que este segundo aviso también debería hacerse en catalán. Sería absurdo e incoherente que Vidal-Quadras preparase su aviso en catalán y el aviso del aviso, en castellano. Eso reduciría el aviso en catalán a algo folclórico. Se supone que el diputado avisa en catalán porque considera que su lengua es tan útil y respetable como la sueca y no un instrumento arcaico válido únicamente para cantar "tió, tió, caga torró". Por tanto, no tendrá más remedio que dar un aviso en el que avise de que dentro de siete días va dar un aviso avisando de que dentro de siete días presentará su ponencia en catalán. Eso significa que se pasará los años de legislatura dando avisos, siempre que no decida pedir la baja por estrés. Y mientras él escribe avisos para avisar de otros avisos, los diputados suecos irán presentando sus ponencias sin avisar. Pero Vidal-Quadras ni siquiera tendrá derecho a réplica porque para replicar en catalán debería haber redactado un aviso siete días antes diciendo que tenía la intuición de que en esa comparecencia pensaba replicar en catalán. Y otro aviso para avisar del aviso. Y otro.
Para evitar el gasto de papel y la tensión psicológica, propongo que todos los diputados catalanes envíen al Parlamento un aviso como el que sigue: "Senyors diputats (señores diputados): aviso que a partir d'avui (aviso que a partir de hoy) totes les meves ponències seran en la llengua de Verdaguer (todas mis ponencias serán en la lengua de Carles Puyol). Si algun dia volgués fer una ponència en la llengua de David Bisbal (si algún día quisiese presentar una ponencia en la lengua de Cervantes), faria un nou avís (haría un nuevo aviso), però, si no aviso, donin-se per avisats (pero, si no aviso, dense por avisados). Gràcies. (Gracias)". Otra solución es que en el Parlamento Europeo se pueda hablar en catalán sin avisar, teniendo en cuenta que no pocos de los intérpretes de sueco que trabajan allí son catalanes. Pero ya comprendo que algo así sería muy fuerte.
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