Un agitador cultural expone
Poco se sabe del coleccionismo fotográfico en Portugal. Lo cierto es que cuantitativamente no está muy extendido pero cualitativamente nos ofrece agradables sorpresas tanto por la congruencia de los materiales que estructuran las escasas colecciones existentes como por la investigación plástica, y la selección que previamente han realizado sus coleccionistas. Es el caso de la que se expone en la Fundación Foto Colectania (Barcelona) con una selección del galerista y recopilador de imágenes Mário Teixeira da Silva, bajo el genérico Casa de luz. Teixeira da Silva es un agitador cultural que desde hace 30 años viene promocionando el arte con la idea de la difusión de jóvenes artistas y de las obras de los más destacados autores de mediados del siglo XX y de los inicios del XXI. Su faceta de coleccionista viene de la impronta analítica que le dejó su formación como ingeniero químico y su afición por la investigación en todas las áreas.
CASA DE LUZ
Colección Mário Teixeira
da Silva
Fundación Foto Colectania
Julián Romea, 6. Barcelona
Hasta el 15 de enero de 2005
Casa de luz reúne una selección plástica bien ubicada cronológicamente siguiendo las pautas estéticas clasificadas por décadas a partir de los años setenta del pasado siglo. Así, selecciona piezas clave de autores que forman parte de esta antología, como Hamish Fulton, Gilbert & George, Jochen Gerz, Fernando Calhau y J. Sarmiento. Además de Elliot Erwitt o Larry Fink, arropados por las obras de una serie de creadores emergentes. También, de lo más representativo de los noventa, aquí destacan desde Mário Cravo Neto, Axel Hütte y Allan McCollum. Y más recientes, en este mismo periodo, registros de Cindy Sherman, Richard Prince, Vick Muniz y Miguel Rio Branco. Inicia el periodo 2000 con fotos de Bat Streuli y Candida Höffer. Lo cierto es que todo este conjunto nos muestra una suerte de fotografía fabricada, en cierta medida con alta dosis de teatralización. Como hilo conductor siempre está presente, con más o menos intensidad, la intención de la conquista del "arte" por el medio fotográfico; es el periodo durante el que la fotografía en el mercado pierde su carácter fotodocumentalista.
Lo más interesante de este álbum es el eje de una historia dispersa; se trata de la narración de un viaje durante el cual Teixeira da Silva ha ido recopilando la variedad de su colección, que es una especie de espejo biográfico: la cartografía del camino. Ciertamente se trata de un constante viajero. De adolescente le impresionó el Louvre y los museos de Londres, pero fue a fines de los sesenta cuando adquiere su primera obra, que sería la piedra angular del conjunto, cuando aún los precios de las fotos de este tipo eran más asequibles que ahora. Muestra recomendada para una aproximación a una de las corrientes del medio en estas décadas.
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