Portugal se lanza a la campaña más dura
Santana Lopes escenifica con la dimisión del Gobierno el arranque de la carrera electoral
La dimisión del Gobierno portugués, en la noche del sábado, fue sobre todo un acto simbólico, para responder al discurso con que, el día anterior, el presidente Jorge Sampaio disolvió el Parlamento. El presidente anunció el fin anticipado de la legislatura porque el Gobierno no tenía "credibilidad" y advirtió que el equipo del primer ministro, Pedro Santana Lopes, estaba "políticamente debilitado" y que le vigilaría hasta las elecciones anticipadas del 20 de febrero.
En términos prácticos, y tras la disolución del Parlamento, el Gobierno tenía su capacidad de acción limitada. Pero Santana Lopes quiso aclarar la situación y anunció su dimisión. El Ejecutivo pasó a ser "un Gobierno de gestión", sólo con poder para asegurar actos corrientes de administración.
Santana Lopes dimitió para "salvar el honor" de su Gobierno. El presidente había justificado su decisión con "una serie de episodios que ensombrecieron decisivamente la credibilidad del Ejecutivo y su capacidad para enfrentar la crisis que vive el país". "Sucesivos incidentes y declaraciones, contradicciones y descoordinaciones contribuyeron al desprestigio del Gobierno, de sus miembros y de sus instituciones", agregó.
Santana Lopes acusó al presidente de actuar con otros criterios cuando se trata de Gobiernos socialistas y dijo que Sampaio no acabó con el Ejecutivo de António Guterres cuando varios ministros abandonaron el Gobierno en ruptura pública con el primer ministro, ni cuando varios indicadores denunciaban el descontrol de las cuentas públicas.
Santana Lopes niega sistemáticamente que el presidente de la República sea su adversario en la campaña electoral que se acerca. Pero todas sus palabras de los últimos días fueron dirigidas a Sampaio, en un discurso que pretende transmitir la idea de que el presidente no le dejó gobernar y disolvió de forma ilegítima un Parlamento con una mayoría estable dispuesto a apoyar al Ejecutivo.
Hasta ahora, ésta es también la única estrategia visible de Santana Lopes para las elecciones de febrero. Se esperaba para este fin de semana el anuncio de una coalición entre los dos partidos de la derecha que están actualmente en el poder -el Social Demócrata (PSD) y el Popular (PP)-. Pero según algunas fuentes, los dos partidos no han llegado a un acuerdo y acabarán por presentarse separados a las elecciones.
Siempre que se han presentados juntos, PP y PSD perdieron votos y consiguieron derrotas históricas. Sin embargo, el PSD deseaba tener al PP a su lado en las próximas legislativas, porque Santana Lopes tendrá que defender a su Ejecutivo. Eso será más complicado con su socio de Gobierno haciendo campaña propia e insinuando que los ministros del PP eran la parte estable. Pero también el PSD puede tener más ventajas en presentarse sólo, porque tiene más posibilidades de robar votos al electorado del centro, que suele oscilar entre el PSD y el Partido Socialista, y para quien el discurso derechista del PP es demasiado rancio.
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