Ramírez impone sus criterios y cierra una ejecutiva a su medida en el PP de Málaga

Joaquín Ramírez ha conseguido finalmente componer una junta directiva a su gusto para un nuevo mandato al frente del PP de Málaga, y ha situado a personas de su plena confianza en los puestos de más peso orgánico, pese al conflicto que algunos de esos nombres provocó con el nuevo secretario provincial, Francisco Delgado Bonilla. La nueva dirección logró el 92% de los votos en el congreso celebrado ayer. El presidente regional, Javier Arenas, pidió que a partir de hoy "nos olvidemos de las cuestiones internas y nos dediquemos al 100% a los problemas de la sociedad".

La configuración de la ejecutiva indica que Ramírez ha conseguido finalmente imponer sus criterios en la pugna que ha mantenido en los últimos días con el nuevo secretario general, que incluso llegó a amenazar con abandonar, y en la que tuvo que terciar el viernes la dirección regional.

De las 12 vicesecretarías de área, nueve pueden considerarse plenamente afines a Ramírez, entre ellas el secretario de Organización, Pablo Antón, uno de los nombramientos al que Delgado Bonilla más reticencias mostró. Entre estos vicesecretarios hay cuatro alcaldes y un quinto que lo será a partir de la próxima primavera, Francisco Salado en Rincón de la Victoria, una presencia a la que Delgado Bonilla era reticente porque entiende que estos puestos requieren una dedicación plena que los alcaldes no pueden prestar.

Con todo, el secretario general se dio por satisfecho con el resultado del congreso y resaltó que se ha hecho "un gran esfuerzo de generosidad y cohesión".

Menos satisfacción había en el entorno del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en el que se cuestionaban algunos miembros de la dirección y se lamentaban algunas exclusiones. De la Torre dijo que echaba de menos "mayor esfuerzo de cohesión e integración" y se refirió en concreto a Juan Manuel Moreno, que será miembro nato porque pertenece a la dirección nacional, y el ex subdelegado del Gobierno y director del área municipal de Seguridad, Carlos Rubio. Éste último sólo será vocal en la junta directiva, pero no estará en la ejecutiva. De la Torre dijo también que "podía haber más representación del Ayuntamiento", aunque la realidad es que en la ejecutiva hay 15 de los 16 concejales afiliados, y varios directores de área y distritos.

Más de cien

En una basta ejecutiva, con 114 miembros, se ha ampliado el número de vicepresidencias de dos a ocho, ocupadas por nombres notables. Se mantienen De la Torre y la diputada autonómica Ana Corredera, y se suman Celia Villalobos, Manuel Atencia, el alcalde de Torremolinos, (Pedro Fernández Montes), el senador Damián Caneda y la alcaldesa de Fuengirola y vicesecretaria general regional, Esperanza Oña. Ramírez ha situado también como vicepresidente a su mano derecha en el partido en los últimos años, Miguel Rosendo. La presidenta del PP en Marbella, Ángeles Muñoz, será vicesecretaria general

El reelegido presidente resaltó que el nuevo equipo "recoge la experiencia de la política nacional, regional, provincial y municipal". En alusión a quienes le reclamaban mayor renovación, Ramírez aseguró que "no ha sido un congreso continuista, y de él sale una dirección renovada en las personas y las ideas, pero sobre todo en las ganas y la ilusión".

En la clausura del congreso, Javier Arenas dijo que "la renovación no significa exclusión" y que se ha hecho "un esfuerzo notable". Avisó a los "voceros del PSOE" que dijo empeñados en dar una imagen de crisis en el PP que de los cuatro congresos provinciales celebrados en el fin de semana se han elegido direcciones con más del 90% de apoyos". "Eso significa cohesión y unidad que nos van a servir para ganar las próximas elecciones autonómicas", dijo.

Arenas fijó como retos del partido en la provincia ampliar el poder municipal y conseguir la presidencia de la Diputación.