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Reportaje:EL EQUILIBRIO DE LA CÁMARA ANDALUZA

El Parlamento de los opositores ausentes

Los analistas dicen que el hecho de que los líderes de PP, IU y PA no sean diputados causa problemas al sistema

Lourdes Lucio

En la actual legislatura andaluza se da una situación inédita en España, salvando el breve periodo en el que el cordobés Antonio Hernández Mancha dirigió AP sin acta de diputado en el Congreso. Los tres líderes de los partidos de oposición -Javier Arenas (PP), Diego Valderas (IU) y Julián Álvarez (PA)- son extraparlamentarios, una circunstancia que, a juicio de los expertos en sociología, comunicación y política consultados, demuestra un serio problema del sistema político andaluz. "Es una anomalía circunstancial, que no forma parte de la rutina diaria de la política", afirma el director del Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA), Manuel Pérez Yruela, quien asegura que hasta dentro de un año no se podrá apreciar plenamente el efecto de este hecho en el electorado.

"Hacer política desde una furgoneta o un despacho tiene unas dificultades importantes"
"Hay un debilitamiento de los liderazgos después de muchas legislaturas sin fortuna"
"¿Cómo negocias un Estatuto cuando los que tienen que dar el sí o el no están fuera?"
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El estilo Arenas

Bajo prismas profesionales diferentes, los analistas contactados coinciden en destacar las dificultades de los dirigentes de la oposición para hacerse "visibles", lo que genera problemas en el ámbito de la negociación política y de la comunicación.

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El ex presidente del Parlamento y diputado socialista al Congreso por Granada, Javier Torres Vela, asegura que las causas de esta situación están generadas por la "larga prolongación del PSOE" en el poder y "la incapacidad" de la oposición para buscar soluciones. "Hay una permanente situación de crisis en IU y PA, y una crisis de identidad muy profunda en el PP, que no encuentra ni su sitio, ni su estrategia, ni consolida ningún liderazgo".

El catedrático de Nuevas Tecnologías de la Facultad de Ciencias de la Información de Málaga, Bernardo Díaz Nosty, coincide con Torres Vela: "Hay un debilitamiento de liderazgos generalizado en los partidos después de muchas legislaturas sin fortuna". Pérez Yruela comparte ambas opiniones -"la factura de los fracasos electorales la pagan los líderes", sostiene-, pero distinguen caminos diferentes en las tres formaciones. "La situación del PA es la típica de un partido en crisis que conduce a un reemplazamiento de las élites dirigentes, por lo que habrá que esperar a ver qué oferta y mensajes nuevos traen"; mientras que la del Partido Popular responde "a una doble convergencia de derrota electoral: la que se produce en Madrid y desplaza a Arenas [que tiene acta de diputado en el Congreso] a Andalucía, y la de Teófila Martínez en las autonómicas, que pone en entredicho su liderazgo".

El sociólogo pone un punto y aparte en cuanto a IU. "Es un caso distinto por cuanto lo que ocurrió es que Valderas no salió elegido diputado. Todo partido que se precie de tener una organización eficaz coloca a su líder en un sitio seguro y relevante. Valderas se atrevió a ir por Huelva y sabía el riesgo que corría".

La ausencia de Arenas y del nuevo líder del PA, Julián Álvarez, en el Parlamento andaluz ha provocado ya la primera disfuncionalidad seria a raíz del pacto del impulso democrático. El PP se ha excluido en el último minuto y el PA, que sí lo firmó, quiere ahora poner tierra de por medio. Los andalucistas han querido trasladar con rapidez al electorado que su partido ha cambiado y ha decidido el relevo también en el Parlamento. El anterior secretario general, Antonio Ortega, se va y en su lugar entra, por primera vez en la historia de este partido, una mujer, Pilar González, persona en la que Julián Álvarez pretende tener su alter ego en la Cámara, como referente de las nuevas formas de hacer política de la joven ejecutiva.

"¿Cómo negocias un Estatuto de Autonomía cuando los que tienen que dar el sí o el no están fuera del Parlamento?", se pregunta Torres Vela. Distinto es, de nuevo, el caso de IU, cuya portavoz parlamentaria, Concha Caballero, ha demostrado tener autonomía suficiente para alcanzar acuerdos sin tener que estar colgada al teléfono en cada paso que da.

"El que el PP no firmara el acuerdo de impulso puede tener que ver con que Arenas no lo pudiera protagonizar", dice el diputado socialista, quien advierte del riesgo de "fragilizar" la Cámara si los líderes ausentes sitúan la negociación fuera del ámbito parlamentario.

Una de las pegas de última hora que puso el PP para firmar el pacto fue la RTVA. Se ha sabido que los populares pidieron al PSOE un acuerdo sobre el futuro director general y el jefe de informativos, y que también plantearon controlar la información sobre el PP en Canal Sur de manera que ellos decidieran cuáles de sus actos se cubren y qué dirigentes los protagonizan.

Tras esta petición late la teoría de Arenas de que sus mensajes no llegan con nitidez a los ciudadanos porque, según dice, el PSOE "controla los terminales de los medios de comunicación". También trasluce una preocupación por tener cuota propia de pantalla.

El periodista y experto en comunicación Isidro Cuberos -que fue jefe de prensa del PP y de Arenas- asegura que hacer política "desde la furgoneta o un despacho tiene unas dificultades importantes". "Les obliga a los tres líderes a desarrollar una serie de actividades extraparlamentarias y a dirigirse desde fuera al Gobierno. Eso genera dos problemas: no tienen facilidad de entrar en los medios de comunicación y la percepción pública que dan es que no están en el Parlamento". También les exige, apunta Cuberos, "un mayor esfuerzo económico e imaginativo para crear ocasiones de comunicar, algo que tienes garantizado si estás en el Parlamento porque tienes una cuota mediática fija".

El periodista, que dirige la empresa Cuberos Comunicación, apunta que esta anómala situación puede ser utilizada por el partido del Gobierno. "Gaspar Zarrías [consejero de la Presidencia] puede tener la tentación de sacar todos los días en los telediarios a los portavoces parlamentarios del PP, IU y PA, porque dentro de tres años ninguno de ellos van a ser los candidatos de su partido".

Desde el PSOE se insiste en que, a diferencia de PA e IU, Arenas optó por no estar en el Parlamento y prefirió el Congreso y admiten una cierta inquietud por lo ocurrido. "El presidente mantendrá los contactos con los líderes y el partido tendrá que reflexionar sobre cómo administramos esta situación", dijo el viernes Luis Pizarro.

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