Un tribunal decide que Berlusconi sobornó a un juez pero le absuelve porque ya ha prescrito
El jefe del Gobierno italiano recurrirá para intentar demostrar su inocencia
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, se libró ayer de una condena por soborno por la prescripción del delito. Tras un tortuoso pulso que ha durado 16 años, en los que ha empleado todas las medidas a su alcance para evitar la condena, un tribunal de Milán absolvió ayer al jefe del Gobierno italiano de un delito de soborno cometido, según los fiscales, en 1988, y consideró que a la otra acusación, aunque probada, se le puede aplicar la prescripción del delito. "Más vale tarde que nunca", aseguró Berlusconi, satisfecho.
Berlusconi sí corrompió en 1991 al juez Renato Squillante con una transferencia bancaria de más de 400.000 dólares, según la sentencia emitida ayer por el tribunal de Milán. Pero el delito ha prescrito. El juez Francesco Castellano, presidente de la Primera Sección Penal del Tribunal de Justicia de Milán, aseguró que Berlusconi tiene derecho a beneficiarse de los atenuantes aplicables a ciudadanos sin antecedentes. Por tanto, su delito prescribía al cabo de siete años y medio y no 15, como marca el código.
"Tenía razón al sentirme tranquilo, en plena conciencia sabía que no había hecho nada", aseguró ayer Berlusconi tras conocerse la sentencia. "En realidad, merezco una medalla", había dicho el día antes. Los abogados de Berlusconi anunciaron no obstante que presentarán un recurso en los próximos meses para que quede reconocida la plena inocencia del jefe de Gobierno.
La sentencia del tribunal de Milán debe poner fin al traumático pulso que ha sostenido el poder Ejecutivo en Italia, bajo la dirección de Berlusconi, con el Judicial. La reciente anulación por parte del Tribunal Constitucional de una ley de inmunidad que Berlusconi hizo a su medida hizo posible la continuación del proceso contra el jefe de Gobierno.
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