Un latino en la cúspide de la legendaria Ford
El gigante del automóvil nombra presidente a James Padilla, de 58 años, para superar la crisis de ventas
Pocos sabrán en Estados Unidos que el nuevo presidente de la mítica Ford lleva el apellido de uno de los míticos comuneros de Castilla. Ni quiénes fueron éstos. Pero el caso es que la empresa automovilística acaba de anunciar una profunda reestructuración de su equipo ejecutivo que elevará al mexicano James, Jim, Padilla a la presidencia del grupo y a director de su consejo de administración. Padilla es el primer latino al frente de la legendaría marca de coches. Nick Scheele, hasta ahora presidente, y Allan Gilmour, vicepresidente, dejarán sus puestos en febrero. El titán lucha por recuperar el mercado que le están comiendo sus rivales DaimlerChrysler, Toyota y Nissan.
Scheele se jubila prematuramente. El ya ex presidente de Ford abandona, a los 60 años de edad, la compañía tras 38 de dedicación a la venerable marca. Está considerado como el hombre que guió el proceso de reestructuración de la compañía de Detroit, que se lanzó en 2001. En el caso del vicepresidente, de 70 años de edad, será su segundo retiro después de que fuera rescatado de la jubilación en 2002 para llevar adelante la revitalización del grupo bajo la filosofía back to basic (vuelta a lo importante). Ambos jugaban un papel de "liderazgo instrumental" bajo la batuta del presidente del consejo de administración, Bill Ford.
El titán lucha por recuperar el mercado arrebatado por Nissan, Toyota y Daimler
James Padilla tiene tres pasaportes: mexicano, irlandés y estadounidense
Pero las cosas no van muy bien en Ford a pesar de haber recuperado los beneficios. Del lado de las ventas, en el mercado estadounidense y canadiense cayeron un 7,4% en noviembre, lo que le llevará a reducir su producción actual en 78.000 coches.
La crisis económica hundió a Ford en los números rojos hace tres años, con unas pérdidas de 6.400 millones de dólares (unos 4.800 millones de euros) entre 2001 y 2002, lo que llevó al despido de 35.000 empleados. En 2003, se recuperaron los beneficios y el año se cerró con unas ganancias de 500 millones (375 millones de euros). La compañía espera unos beneficios para este año de 1.000 millones de dólares y de 7.000 millones para 2006.
El propio Scheele resaltó que deja la compañía "más fuerte que hace tres años, pero aún queda mucho por hacer". Ahora la vista está puesta en Jim Padilla, de 58 años, que ocupaba desde abril el puesto de vicepresidente-director ejecutivo del grupo y era responsable de operaciones globales de la marca. Padilla era, hasta ahora, el número dos de la corporación. Su ascenso es un reconocimiento a la "exitosa carrera como presidente de las actividades de la compañía en Norteamérica". Bill Ford dice que es "la clase de ejecutivos que queremos liderando la compañía". Padilla, nieto de inmigrantes mexicanos, fue más allá y dijo que Ford está "bendecida por una riqueza de hombres y mujeres de talento, que están comprometidas a largo plazo con la compañía".
Jim Padilla, nacido en Detroit, entró en Ford en 1966 a través del equipo de ingenieros. Su ascenso a puestos de gestión comenzó 10 años después hasta ocupar el puesto de director de ingeniería y manufacturación de Jaguar y presidente de Ford para la operaciones en América del Sur. Recientemente, adquirió la nacionalidad mexicana y en junio recibió la medalla Ohtli de la mano del presidente Vicente Fox, como reconocimiento al trabajo de los mexicanos fuera del país. Padilla conserva además el pasaporte estadounidense y el irlandés, por lo que le conocen como el "mirish".
Ford está presente en 200 países a través de las marcas Ford, Volvo, Mazda, Lincoln, Mercury, Jaguar, Aston Martin y Land Rover, de las que Padilla es gran conocedor. Los cambios en el organigrama de Ford afectan al director financiero, Don Leclair, que asciende a vicepresidente ejecutivo y se hará cargo además de la oficina auditora de la compañía y de créditos. Joe Laymon, hasta ahora vicepresidente responsable de recursos humanos, asumirá las obligaciones ejecutivas de Gilmour. Su puesto al frente de asuntos laborales lo ocupará Felicia Fields. Estos retoques son la continuación a la destitución de Alain Batty al frente de la división de Ford en Canadá, cargo que ocupará Joe Hinrichs.
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