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DRAMÁTICO ACCIDENTE EN LA A-1

El conductor 'kamikaze' que mató a un matrimonio sufría frecuentes depresiones

El camionero vació el extintor y aguantó las llamaradas hasta rescatar a los niños .-Otro conductor que se detuvo le dio una navaja, con la que cortó los cinturones de seguridad

F. Javier Barroso

Federico Luis Nieto, de 40 años, soltero, empleado de banca, condujo durante 11 kilómetros por los carriles de sentido contrario de la autovía de Burgos (A-1). De nada sirvieron los avisos de otros automovilistas ni los intentos de la Guardia Civil por frenar su loca carrera. Al final se estrelló contra un automóvil en el que viajaban Fulgencio Soria del Rey, de 40 años, y Victoria López Castellano, de 37, que murieron carbonizados, junto con el propio kamikaze. Dos hijos del matrimonio -una niña de seis años y un niño de cuatro- fueron rescatados por un camionero que, en un gesto de heroicidad, logró sacarlos de entre las llamas jugándose su propia vida.

Lo que no está aún claro es cómo ni por dónde se introdujo Nieto en la autovía por los carriles del sentido contrario. Ni por qué no se dio cuenta de su error pese a los reiterados avisos de los aterrados conductores que hallaba a su paso. Según fuentes policiales, Nieto sufría depresiones y tomaba medicación contra esta enfermedad, por lo que los investigadores estudian la posibilidad de que estuviera bajo los efectos de estos fármacos o de otro tipo de sustancias.

El presunto causante de la tragedia era el cajero de un banco del distrito de Barajas
Un camionero rescató a los dos hijos de la pareja cuando estaban rodeados por las llamas
El coche circuló 12 kilómetros en sentido contrario, en medio del pánico de los usuarios de la A-1
Cuatro dotaciones de los bomberos de la Comunidad tuvieron que emplearse a fondo
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"Los dos gritaban '¡papá, papá!' y no paraban de llorar", relató Santiago Mero
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"No pararemos hasta que se haga justicia"
El conductor 'kamikaze' que mató a un matrimonio llevaba puesto el cinturón de seguridad

Los hechos ocurrieron en los primeros minutos de la madrugada de ayer a la altura del kilómetro 54,500 de la A-1, en el término de Cabanillas de la Sierra. Momentos antes, sobre las 23.44, un conductor avisó desde su móvil al teléfono de emergencias 112 de que acababa de ver cómo el conductor de un Seat Ibiza blanco circulaba a gran velocidad por los carriles de entrada a Madrid, pero en sentido contrario, a la altura del kilómetro 44, según informó un portavoz de Emergencias 112.

40 avisos

El conductor de un Opel Astra se topó de frente con el kamikaze a la altura del kilómetro 51. Pegó un frenazo que hizo que el coche efectuara un trompo y quedara cruzado en la vía en medio de la noche cerrada. Ajeno al pánico que estaba causando, Nieto siguió su camino equivocado. A partir de ese momento, las llamadas al 112 se multiplicaron: este servicio de emergencias recibió más de 40 comunicaciones en las que los diferentes conductores iban relatando, horrorizados, la frenética carrera del kamikaze.

El 112 pasó de inmediato el aviso a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, que movilizó a un coche patrulla que estaba situado en el kilómetro 54,100. Los agentes hicieron un cambio de sentido y se colocaron en los carriles de entrada. Encendieron los lanzadestellos, todas las luces del vehículo y las sirenas. Se colocaron a caballo entre los dos carriles e intentaron reducir la velocidad de los vehículos que se dirigían a la capital en los últimos minutos de la Operación Retorno, tras el largo puente festivo.

Cuando los guardias civiles vieron llegar al Seat Ibiza conducido por el kamikaze, encendieron las luces largas e intentaron detenerle. Sin embargo, Nieto les esquivó y continuó circulando por el carril más pegado a la mediana a una velocidad de 120 kilómetros por hora, según estimaciones de los agentes.

"En San Agustín de Guadalix [kilómetro 34 de la A-1] ya le hemos visto que iba por el sentido contrario. Le hemos pitado y le hemos dado las luces, pero no nos has hecho ni caso", señaló a EL PAÍS Santiago Mero López, de 39 años, vecino de Carrión de Calatrava (Ciudad Real), conductor de un camión de la empresa de mensajería DHL, que se dirigía a Vitoria.

Sin embargo, el informe de la Guardia Civil sobre el accidente mantiene que el conductor comenzó a circular por el sentido contrario a la altura del kilómetro 43 de la autovía, a la altura del club El Mirador, sobre las 23.40. Fundamental para confirmar este hecho serán las grabaciones de las videocámaras de la Dirección General de Tráfico en esos dos puntos.

Federico Luis Nieto provocó otros dos trompos más a lo largo de su desenfrenada trayectoria, según el instituto armado. "Ha ido esquivando a muchos coches durante todo ese trayecto mientras la gente pegaba frenazos. No sé cómo no ha chocado antes", señaló el camionero.

El accidente se produjo a las 0.04 en el kilómetro 54,500, cuando el Renault Safrane conducido por Fulgencio Soria estaba adelantando correctamente por el carril izquierdo de entrada a la capital a un camión articulado.Fulgencio Soria regresaba a Madrid con su familia tras haber pasado el puente de la Constitución y de la Inmaculada Concepción con la familia de su esposa en el municipio burgalés de Espinosa de los Monteros. Efectuó el adelantamiento en una curva hacia la derecha muy abierta.

En ese momento, el Seat Ibiza de Nieto rodaba a unos 120 kilómetros por hora y chocó frontalmente, lo que produjo que ambos vehículos se incendiaran de inmediato. El turismo de Nieto, envuelto en llamas, circuló unos 400 metros más y se salió por la mediana, donde quedó volcado lateralmente.

"El accidente ha sido brutal. Los coches han saltado por los aires y enseguida se ha oído una fuerte explosión", añadió el camionero Santiago Mero, visiblemente nervioso tras lo que acababa de vivir. Los dos vehículos quedaron destrozados en un amasijo de hierros y convertidos en un infierno.

El incendio hizo que el matrimonio muriera prácticamente en el acto. Y eso, pese a que el Renault Safrane es un coche de hace unos diez años que se caracteriza por tener un gran motor que, en otras circunstancias, podría haber evitado el desenlace mortal. El camionero y su compañero aparcaron en el arcén y corrieron en auxilio de las víctimas. Mero cruzó la mediana y abrió la puerta trasera del Renault Safrane. Empezó a rociar el vehículo con el extintor e intentó sacar a los dos niños, pero no podía, ya que iban atados con el cinturón de seguridad. "Pobrecitos, estaban chillando de dolor y de ver cómo las llamas les iban a llegar. Le he pegado varios golpes al extintor para que saliera algo de líquido y no avanzaran las llamas hacia el niño, que iba en una sillita", explicó el camionero.

Otro conductor paró de inmediato y le dio una navaja con la que cortó los cinturones de seguridad que aprisionaban a los pequeños. En ese momento se produjo una explosión en el motor, pese a lo cual el héroe de Ciudad Real siguió impertérrito en su intento de salvar las vidas de los niños. "Los dos gritaban '¡papá, papá!'. Uno de ellos se quemó la pierna derecha, mientras que la pequeña estaba en el lado derecho, en una sillita, y estaba bien pillada", relató Santiago Mero. "Mi temor es que se les pegara el fuego al cuerpo y que no pudiéramos sacarles y murieran abrasados como sus padres", agregó el camionero.

"Lo que he dicho a los médicos es que les miraran muy bien los brazos porque no he hecho más que tirarles de los brazos porque temíamos que murieran carbonizados. No sé cómo lo he logrado", decía Mero, muy afectado. "En cuanto los he visto, y encima que no paraban de llorar y darse cuenta de todo lo que estaba pasando, he pensado en mi hija que es de su edad y que podría ser ella la que estuviera así. Y encima por un desgraciado que se ha tenido que dar cuenta de todo lo que hacía porque ha ido por el sentido contrario durante mucho tiempo", comentó el camionero instantes después del accidente.

"Lo que no puedo quitarme de la cabeza es que no haya podido salvar a los padres, porque el motor les aprisionaba. Ha sido imposible", añadió, mientras intentaba controlar sus emociones.

La niña, de cinco años, sufrió fractura de un fémur, del que fue operado ayer, mientras que el niño, de cuatro, padecía quemaduras de tercer grado en un pie. Una UVI móvil del Summa trasladó a los dos niños al servicio de urgencias de la sección materno-infantil del hospital La Paz. Según fuentes del Summa, los niños fueron conscientes de la tragedia durante el trayecto hasta el centro hospitalario. Además, pese a su corta edad, se dieron cuenta de lo que les acababa de suceder a sus padres.

Los médicos de La Paz, donde quedaron ingresados, no descartan que tengan que amputarle al pequeño algún dedo, dada la gravedad de las heridas que sufre. Cuatro dotaciones de los bomberos de la Comunidad se tuvieron que emplear a fondo para apagar el incendio, según el portavoz de Emergencias 112.

Un Audi A-4 que iba por detrás del Renault Safrane también impactó con este coche. Sus ocupantes resultaron ilesos, pero el turismo quedó bastante dañado.

La Guardia Civil tuvo dificultades para identificar a las víctimas, ya que las documentaciones de los vehículos y las personales quedaron destruidas por el incendio. Los agentes de atestados lograron dar con las familias de los fallecidos a través de sus vecinos, cuya dirección averiguaron por la matrícula del vehículo. "Podíamos haber preguntado a los niños el teléfono de algún familiar, pero no queríamos traumatizarles más", señaló un mando del instituto armado.

El tráfico de la autovía fue desviado durante más de tres horas por carreteras secundarias hasta que la juez levantó los tres cadáveres. Éstos fueron trasladados al tanatorio-cementerio Santa Ana, de Colmenar Viejo, donde ayer les practicaron las autopsias. Los operarios de conservación y mantenimiento de la autovía tuvieron que esparcir gran cantidad de sepiolita (material absorbente) por la calzada, ya que resultó totalmente manchada por grasa y aceite procedentes de los motores de ambos vehículos.

La Guardia Civil investigaba ayer cómo y por dónde pudo introducirse el vehículo kamikaze. Fuentes de la investigación no descartan que Federico Luis Nieto ingiriera alguna sustancia estupefaciente que le condujera a esta conducción temeraria. Los análisis del Instituto de Toxicología, que no estarán terminados hasta dentro de tres o cuatro semanas como mínimo, determinarán este extremo. También están comprobando si existe alguna apuesta detrás de esta conducción temeraria, ya que algunos testigos afirmaron que había un Volkswagen Corrado por los carriles de salida de la capital que seguía muy de cerca los movimientos del Seat Ibiza.

El delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, va a proponer al Ministerio del Interior que al camionero le sea concedida la medalla al mérito civil o de protección civil. "Ese hombre tuvo un comportamiento encomiable, que yo creo que hay que resaltar y fomentar", declaró Méndez. Fuentes de la Dirección General de Tráfico también barajan que le sea impuesta la medalla de Seguridad Vial por salvar las vidas de los dos pequeños. La Guardia Civil tiene previsto enviarle una felicitación expresa por su respuesta.

Fulgencio Soria del Rey y Victoria López Castellano, junto a sus hijos.
Fulgencio Soria del Rey y Victoria López Castellano, junto a sus hijos.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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