Camps dice que las señas de identidad "no se pueden poner en duda" y exige "fidelidad" al Gobierno

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, dijo ayer que las señas de identidad de los valencianos "no se pueden poner en duda en el debate político" y, al respecto, señaló que la misma "fidelidad" que la Comunidad Valenciana tiene con España y que la Unión Europea tiene con ésta, es la que ahora exige del Gobierno "y del resto de territorios autonómicos". Con motivo de la celebración del Día de la Constitución, Camps -que acudió al acto celebrado en el Congreso de los Diputados, en Madrid- añadió que dentro de la Europa constitucional "sólo a España le corresponde fijar su modelo territorial, lo que debe hacerse desde el respeto a los procedimientos que la propia Constitución de 1978 establece".

El presidente censuró que el memorándum que el Gobierno ha remitido a la Unión Europea para la traducción de la Constitución Europea al resto de lenguas cooficiales de España "cuestiona" la singularidad lingüística de los valencianos. Camps añadió que estas materias "que afectan a la esencia" de la autonomía "no se pueden poner en duda en el debate político" y calificó de "inadmisible que no se respete la voluntad del pueblo valenciano, reflejada en sus normas institucionales básicas".

Por su parte, el portavoz adjunto del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas Antoni Such denunció: "El PP valenciano está utilizando nuestras señas de identidad como coartada para frenar la reforma del Estatut d'Autonomia". También instó a que abandone esa actitud "cuanto antes por el bien y por el futuro" de los valencianos. Such dijo en un comunicado que mientras el Consell "siga empeñado en reabrir antiguas batallas" que se creían "superadas, el ambiente previo de consenso y diálogo desaparece, impidiendo la negociación sobre la reforma del Estatuto y los beneficios que conlleva para las valencianas y los valencianos". Such consideró "incoherente y preocupante que sea precisamente el Consell quien dinamite ese ambiente necesario para la reforma", ya que la Generalitat debería propiciarlo y "al ponerle trabas, abre muchos interrogantes sobre la verdadera voluntad del PP" respecto a la reforma estatutaria.