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Interior separa a la familia de subsaharianos que se reencontró el sábado

El Ministerio del Interior no permitió el reagrupamiento familiar de una pareja de inmigrantes y su bebé recién nacido, a pesar de llevar varios meses separados y de que hubieran cruzado los 100 kilómetros de mar a bordo de una barca, ella y su bebé el pasado día 8 y él este fin de semana. El marido de Tina sólo pudo estar con su pareja y el bebé de ambos unos pocos minutos, mientras la Cruz Roja los conducía del muelle de Puerto del Rosario a la comisaría del Cuerpo Superior de Policía en la capital majorera. Ahí los separaron, sometieron al hombre al interrogatorio habitual y lo trasladaron al centro de retención de El Matorral, uno de los más grandes de la Unión Europea, con capacidad para 1.200 internos. Cruz Roja ha comenzado a tramitar un expediente de reagrupación familiar. Mientras tanto, Tina podrá visitar a su marido en este centro, mientras ella vive en la casa de acogida de la Cruz Roja.

No hablaron. Se miraron a los ojos. Lloraron y se fundieron en un fuerte abrazo. En un instante, su historia de amor tumbó una barrera marítima de 100 kilómetros y dio sentido a cientos de operaciones de rescate de la Guardia Civil y a miles de despliegues y desvelos de los profesionales y voluntarios de Cruz Roja en Fuerteventura.

Tina y su bebé embarcaron el pasado día 7 de noviembre en una frágil patera de madera, en la que también viajaban otros 39 africanos, entre ellos tres bebés más y cuatro mujeres. Fueron interceptados por una patrullera de la Guardia Civil que les salvó de morir ahogados, ya que la barquilla estaba semihundida por el peso de los ocupantes.

Reencuentro entre lágrimas

La mujer, como ocurre con todas las que llegan con criaturas a su cargo, fue trasladada a una de las dos casas de acogida de la Cruz Roja en la capital de la isla, Puerto del Rosario. 26 días después, su marido se lanzó en otra patera, cruzó los 100 kilómetros de costa, fue rescatado junto a otros 33 africanos y desembarcó en el muelle de Puerto del Rosario. Cuando lo atendió el equipo de respuesta inmediata en emergencias de la Cruz Roja estaba en muy mal estado. Apenas podía balbucear un nombre una y otra vez: "Tina, Tina". Una voluntaria lo escuchó y dedujo que se trataba de la mujer que había llegado cuatro semanas antes. Fue a buscarla y se reencontraron en el mismo muelle entre lágrimas de todos los testigos. Su alegría duró los minutos del trayecto hasta comisaría, donde los volvieron a separar.

Por otra parte, un helicóptero y dos embarcaciones de Salvamento Marítimo y Guardia Civil rastreaban ayer un área a 20 millas del sureste del faro de la Entallada (municipio de Tuineje, al sureste de Fuerteventura) en busca de los cuatro desaparecidos en el naufragio del pasado sábado, cuando zozobró otra patera. También ayer la embarcación de Salvamento Marítimo interceptó por la mañana otra patera con 32 inmigrantes.

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