Los insurgentes causan 26 muertos al atacar una mezquita y una comisaría en Bagdad

Los insurgentes atacaron ayer una mezquita y una comisaría en Bagdad causando la muerte al menos de 26 personas, entre ellas 12 agentes de policía. Fue el segundo día de ataques en la capital después de un periodo de relativa calma, lo que muestra la vulnerabilidad de Bagdad a los ataques de los insurgentes ante la proximidad de las elecciones del próximo 30 de enero. Los ataques fueron reivindicados por el grupo islámico de Abu Musab Al Zarqaui. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, realizó una visita sorpresa a Bagdad para entrevistarse con los mandos militares.

Mientras en el norte del país las tropas estadounidenses e iraquíes combatían en Mosul, dejando 11 insurgentes muertos, a primera hora de la mañana se producían en Bagdad sendos ataques en el distrito de Al Amel, al oeste de la capital, contra una comisaría, y en el reducto suní de Adamiya. Allí, la policía informó de la explosión de un coche bomba cuando se producían enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad iraquíes y grupos insurgentes cerca de la mezquita chií de Hamid al Aluan, que acabó con la vida de 14 personas y causó heridas a otras 19. Testigos presenciales indicaron que la mezquita sufrió daños, y que el ataque se produjo a las siete de la mañana, hora local (cinco, hora peninsular española).

"Hubo una primera explosión de un coche bomba y otros dos coches ardieron. Luego hubo una segunda explosión que mató a numerosas personas", dijo Mahmud Fuad, que presenció el ataque.

El grupo suní dirigido por el terrorista jordano Al Zarqaui, la organización de Al Qaeda en Irak, reivindicó los ataques asegurando que "el efecto destructivo de tales operaciones es claro sobre la moral del enemigo interior y sobre los países extranjeros".

En el ataque en Al Amel, hombres armados irrumpieron hacia las seis de la mañana en la comisaría, próxima a la carretera que conduce al aeropuerto internacional, matando a 12 policías. Los atacantes robaron armas, liberaron a 50 presos e incendiaron varios coches, según un mando de la policía iraquí.

Un portavoz del mando militar estadounidense, el teniente coronel James Hutton, aseguró que la batalla comenzó cuando los insurgentes, que utilizaron 11 coches, atacaron la comisaría con lanzagranadas y armas de fuego.

El portavoz del Ministerio del Interior iraquí, Sabah Kadhen, declaró que esos ataques "forman parte de una estrategia para impedir que se celebren las elecciones generales".

En otras acciones violentas producidas ayer murieron tres soldados estadounidenses, uno en Bagdad por la explosión de una bomba, uno más cuando el vehículo en el que patrullaba fue atacado cerca de Kirkuk, y un tercero en Mosul.

Los uniformados de Estados Unidos e Irak descubrieron ayer otros 14 cadáveres en esta última ciudad, tres de ellos con uniforme de la Guardia Nacional Iraquí. Estos cuerpos elevan a 90 los hallados en Mosul y sus alrededores en las últimas dos semanas. La mayor parte de ellos pertenecientes a agentes de la policía y de la Guardia Nacional.

Por otro lado, el secretario general de la OTAN, Jaap de Joop Scheffer, visitó ayer Bagdad en un viaje sorpresa para inaugurar oficialmente el cuartel general de la Alianza Atlántica en la capital iraquí, cuya misión será la de formar a los altos mandos militares iraquíes. "Me parece importante", dijo, "que este país celebre las elecciones a finales de enero y que se desarrolle un proceso político".