España e Italia, finalistas

España e Italia se disputarán mañana la supremacía del fútbol sala mundial después de derrotar ayer respectivamente a Brasil, por penaltis, y a Argentina por 7-4. Para el equipo que dirige Javier Lozano se trata no sólo de revalidar el título alcanzado en la edición anterior del torneo, la de Guatemala 2000, sino de desquitarse ante la squadra azzurra, la única que en la cita taiwanesa ha conseguido derrotarlo. "El destino nos ha vuelto a poner frente a frente y sería bonito tomarnos la revancha de nuestro traspié frente a ellos en la segunda fase. Son fuertes y muy defensivos, pero salen con soltura y eficacia a la contra. En cualquier caso, ya estamos advertidos. Lo van a tener muy complicado", comentó el propio seleccionador nacional.

El triunfo del conjunto español sobre el brasileño, el tricampeón de las tres primeras citas de la competición -las de Holanda 1989, Hong Kong 1992 y España 1996- se basó en el celoso marcaje practicado. Quizá faltase algo de pegada en el cuadro de Lozano, pero hubo una gran concentración atrás y apenas se dejaron resquicios. "Nos hemos basado en dos pilares fundamentales: una excelente contención y un espléndido manejo del tempo del partido", explicó Lozano; "hemos tenido más ambición que ellos en algunos momentos y en otros no nos ha quedado más remedio que cederles la iniciativa. Pero, al final, hemos llegado más enteros. No sabíamos cómo iban a reaccionar nuestros nuevos jugadores, pero la verdad es que lo han hecho muy bien y han llevado el peso del encuentro".

España se adelantó en el marcador gracias a un gran remate de Andreu a la escuadra. Pero quizá el único error defensivo, de Pablo, propició la igualada de Ronaldo. Luego, a cinco minutos del final, marcó Simi, y Marcelo restableció de inmediato las tablas.