"Es demasiado bueno"

Nadal intentaba ayer poner cara de mayor y ocultar la tormenta que vivía en su estómago desde que acabara el partido que le ganó a Roddick. Pero no podía. Tras los abrazos y aullidos de alegría a borde de pista y en el vestuario, el chaval compareció ante la prensa junto a Jordi Arrese que le sopló las versiones más diplomáticas a algunas de las preguntas. "Yo lo di todo en el primer set, pero creo que él también", afirmó sonriente Nadal. Roddick, el derrotado líder del equipo estadounidense reconoció el mejor juego del mallorquín y gráficamente concedió: "me encontré enfrente a alguien demasiado bueno, con el que me di de bruces y ante el que no pude hacer nada".

Por su parte, Carlos Moyá, que se había impuesto antes a Fish, valoró sin excesivo entusiasmo su victoria: "Estaba algo nervioso pero luego me fui tranquilizando y lascosas comenzaron a cambiar, atacando y sacando bien. Solo tuve que mantener el juego sólido, nada espectacular, y coger el ritmo. Era un punto con el que contábamos".

Nadal evitó darle una trascendencia histórica al encuentro pero sí subrayó que la victoria le había servido para sentirse jugador de élite de nuevo: "Desde que me lesioné el año pasado no me sentía así y me emocioné al final, pero creo que me lo merezco". A partir del segundo set, Nadal tuvo calambres en sus piernas. El público se temió entonces lo peor, en lo físico y en lo anímico, pues las molestias venían precedidas del desperdicio de una ventaja de 5-2 en el tie break. Pero los capitanes del equipo español estaban tranquilos. "Los de Nadal son calambres de tensión", destacó Arrese, "yo ya se los he visto más veces. Peor eran los de Roddick, que no está acostumbrado a jugar anto tiempo y a correr tanto". Nadal prometió disciplinarse y aseguró: "Igual tengo que cortarme a la hora de celebrar los puntos".

Aún está lejos de decidirse si Nadal jugara esta tarde el partido de dobles. "Tiene un gran físico y seguro que puede jugar el doble y otros tres partidos, pero tenemos tiempo para pensar lo que haremos", aseguró Arrese que ya le había apuntado al jugador una respuesta en el mismo sentido minutos antes. La estrategia es un arma ya utilizada por el G-3 con el súbito cambio de jugador para el segundo partido de la eliminatoria.

El tenista aseguró no tener ni idea de dónde le había salido la inspiración para restar los saques a más de 240 kilómetros por hora de Roddick. "No sé donde estaba la clave, pero he restado muy bien", aseguró Nadal, que puntualizó: "Dentro de lo bueno que es ganar he tenido muy mala suerte porque he perdido muchos juegos que tenía en ventaja". "De esta victoria he aprendido que jugando con más calma también se gana", dijo. Entre risas, choques de palmas con el capitán e intercambio de muecas a distancia con Feliciano, Nadal se fue a descansar. Arrese se quedó y sentenció: "Vaya lección de Davis que ha dado el chaval ¿Por qué se extraña la gente cada vez que le ponemos?"