Lo mejor y lo peor de cada uno
La mentalidad y la capacidad de sufrimiento son dos de las grandes cualidades que distinguen a Rafael Nadal, mientras que el golpe de derechas (drive) es el gran arma de Carles Moyà, los tenistas españoles que hoy abrirán el juego en la final de la Copa Davis. De los dos jugadores estadounidenses que protagonizarán los partidos indivuduales, lo más destacado es el saque del número uno, Andy Roddick -de los mejores del circuito y que tiene establecido el récord mundial de potencia-, y el juego en la red de Mardy Fish, por su buena volea y buen smash. Sin embargo, la mentalidad del número dos estadounidense no es su mayor distintivo, por loq ue los dos puntos que dispute pueden adquirir una enorme trascendencia.
- Carlos Moyà: A pesar de que muchos creen que lo mejor de Carlos Moyà es su drive, bajo mi punto de vista uno de los aspectos que más le distinguen del resto de jugadores es la motivación con la que afronta los partidos, que es magnífica. Su derecha es impresionante, sin duda. Pero lo primero le da más victorias. El peor aspecto de su juego tiene más que ver con la psicología que con su calidad como tenista: son las lagunas mentales que a veces le aparecen cuando las cosas se le ponen demasiado fáciles.
- Rafael Nadal: Lo que más me gusta de él es su juventud y el desparpajo con el que afronta los partidos. Puede que sea un producto de la inconciencia de sus 18 años. Pero le sirve para enfrentarse a cualquier rival pensando que puede ganarle. Lo peor de su juego es el exceso de desgaste físico innecesario en el que incurre algunas veces.
- Tommy Robredo: Si un aspecto hay que destacar en él es la constancia, la voluntad y la regularidad de su juego. Algunos dicen que le falta un golpe ganador, pero la verdad es que tiene una gama muy completa y que domina todos los terrenos del juego. El aspecto más negativo en él son las lesiones que ha sufrido y que, en muchas ocasiones, han perturbado una trayectoria muy ascendente.
- Juan Carlos Ferrero: Siempre me ha parecido impresionante su capacidad de sufrimiento, que parece ilimitado. Es un tenista que puede saltar a la pista, como ha hecho estos días en Sevilla, con una ampolla en su mano y acabar por no sentirla. Este aspecto le permite también levantar partidos que se le han complicado. Tal vez lo más negativo es que, como gran campeón que es, le cuesta demasiado aceptar las derrotas.
- Andy Roddick: Hay un aspecto que sobresale en su juego y es la potencia de su primer servicio. Con él ha ganado muchos partidos y se ha convertido en campeón del Open de Estados Unidos y finalista de Wimbledon. Sin embargo, no hay que descuidar su segundo saque, también muy efectivo. Lo peor de él es su poca habilidad táctica para recomponer partidos que se le complican. Éste no es su mejor terreno.
- Mardy Fish: Sorprende en este jugador la calidad de su tenis y lo fácil que lo hace todo. Saca bien, pero no da la impresión de hacer un sobreesfuerzo; pega bien desde el fondo y en la red y lo hace de forma muy natural. Sin embargo, tiene un problema que le ha costado muchas derrotas: le cuesta excesivamente cerrar los partidos.
- Bob y Mike Bryan: Resulta difícil analizarles por separado, puesto que lo mejor de los dos es el doble que componen. Es, para mí, el mejor del mundo. Saben como jugar por parejas y utilizan todos los resortes para ganar los puntos. Bob tiene un buen saque, pero le cuesta aguantar la bola en el fondo de la pista. Lo necesita poco. Mike es más completo, pero no destaca por nada en especial. Es un tenista que no marca diferencias. En cambio, como doble, los dos hermanos se complementan a la perfección.
Josep Perlas es miembro del G-3 y entrenador de Guillermo Coria.
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