Indefensión del peatón

Ante el interés suscitado en los últimos meses por los temas del tráfico me llama la atención que no se hable de la protección del peatón. Las aceras son pequeñas, incluso en urbanizaciones recientes; los semáforos, cuando hay, están regulados a favor del vehículo; cruzar una calle supone, en un paso de peatones, un riesgo de atropello; la moda de las glorietas-rotondas obliga al peatón a dar un mayor recorrido; cuando se pone carril-bici se quita acera del peatón; los semáforos intermitentes con paso verde para el peatón no son respetados por los vehículos...

La sensación es que todo lo que se hace está siempre en función de que los vehículos vayan más rápidos y sin molestia. A los ayuntamientos se les llena la boca con días sin coches, carreras populares y simplezas de ese tipo, cuando lo que hay que hacer es primar al peatón en todas las iniciativas sobre tráfico y obras en la calzada. Así haremos ciudades y pueblos más humanos. En una sociedad donde cada día hay más personas mayores, y felizmente habrá muchas más, es lamentable que no se pueda pasear por ningún sitio por dar preferencia siempre al vehículo.

Es necesario que para los ayuntamientos la prioridad sea el peatón, y para ello hay que aconsejar a los técnicos municipales de obras y de urbanismo, así como a los concejales y alcaldes que paseen por sus municipios con una sillita de niño, un carro de la compra o una silla de minusválido y comprobarán el desastre de ciudad que han hecho.