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Entrevista:EVA LÓPEZ CREVILLÉN | Profesora en el Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid | LOS ESTUDIOS DE DANZA

"La danza es arte y el arte implica subjetividad"

Eva López Crevillén, 34 años, es profesora del Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid desde 2002. Pero antes fue una gran bailarina de la Compañía Nacional de Danza, que ahora dirige Nacho Duato. Con 15 años la eligió María de Ávila, que entonces era la directora, para intervenir en el segundo acto de El lago de los cisnes. Ahora está al otro lado. "Siempre tuve en la cabeza que cuando terminase de bailar seguiría en el mundo de la danza y en la docencia, porque aprecio mucho a la gente que me ha enseñado, desde mis maestros en el Conservatorio hasta los directores que he tenido en la Compañía", cuenta Eva.

Al otro lado, como maestra, ha descubierto que baila mejor. "Ahora comprendo lo que me pedían a mí. He descubierto las prioridades de la danza".

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Su idea como profesora no es sólo formar bailarines, sino personas. "Quiero inculcar valores a mis alumnos a través de la danza y cuidar su aspecto psicológico, que es muy importante". Eva no se cansa de repetir a sus alumnos que la danza es arte y el arte implica subjetividad, que esto no son unos juegos olímpicos en los que el que llega ha ganado. "En la danza es distinto, a algunos les vas a gustar y a otros no, pero tú tienes que quererte...".

A sus alumnos también les anima para que no dejen de estudiar. "Se tiene que notar un poso cultural cuando bailas. No es lo mismo interpretar un ballet del siglo XVIII sabiendo qué ocurría en aquella época, o bailar una pieza de Bach, conociendo quién era".

Asegura que no siempre se sabe qué alumno puede llegar a ser un gran bailarín. "En los casos extremos, porque son muy buenos o porque no llegan al nivel, es fácil. Pero después hay muchos chicos que necesitan un tiempo para desarrollar el proceso de aprendizaje y que no sabes hasta dónde pueden llegar...".

Y llegar, dice, supone un gran trabajo. "No sólo tiene que gustarte bailar, eso es demasiado suave para todo el esfuerzo que requiere. Tiene que ser una vocación, una pasión, como para que la danza se convierta en tu medio de vida".

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