Izar prevé enviar en 15 días a Cádiz el ferry que construye en Sevilla tras el rechazo laboral a su última oferta

La reunión que celebraron a última hora del jueves la dirección de la empresa pública Izar y los representantes sindicales del astillero de Sevilla sobre los plazos de construcción del último barco que hay en el dique de la factoría hispalense acabó sin acuerdo. Un portavoz de la empresa pública detalló que se había ofrecido prorrogar los trabajos hasta el próximo 15 de enero, pero que la propuesta fue rechazada por los sindicatos. Ante el desencuentro, Izar mantiene sus planes de trasladar a Cádiz el ferry el 10 de diciembre, para simultanear allí el terminado del barco y las pruebas de navegación.

Izar ya ha tenido que afrontar penalizaciones por cuatro millones de euros en su contrato con una compañía pública argelina, con la que se acordó la construcción de dos ferrys en el astillero hispalense. El primer barco ya fue entregado, aunque con un retraso de seis meses que la empresa achaca a las protestas laborales de los trabajadores. El armador aceptó volver a retrasar la entrega de este segundo ferry de noviembre a mayo.

La compañía pública cree que sólo es posible llegar a tiempo y evitar el riesgo de una cancelación del contrato si las últimas tareas de construcción (para las que se desplazarían trabajadores de Sevilla) se hacen a la vez que las pruebas de navegación, que obligatoriamente deben desarrollarse en Cádiz. Y que el barco sólo puede quedarse en el astillero hispalense, como máximo, hasta mediados de enero para poder entregar el ferry en mayo.

Los trabajadores sevillanos, sin embargo, quieren alargar ese plazo hasta marzo ante la falta de otros encargos. "En cuanto se vaya el ferry, dejará a 700 trabajadores de la industria auxiliar en la calle y la factoría cerraría por falta de actividad", argumentó el presidente del comité de empresa, Ignacio Sánchez, quien advirtió de que harán "todo lo posible" para evitar la marcha del barco el 10 de diciembre.

Encargos a San Fernando

El portavoz de Izar opuso que los continuos retrasos en la entrega de barcos dificulta la captación de nuevos encargos para la factoría hispalense. El astillero que sí va a disfrutar de nuestos contratos es el de San Fernando (Cádiz). El Consejo de Ministros aprobó ayer encargar a esta factoría la construcción de 12 lanchas de desembarco para la Armada Española (unos modelos que mejoran las características de las LCM-8 usadas desde 1975), que supondrá una inversión de 33,2 millones.

Según informó el Ministerio de Defensa, este contrato dará trabajo a 68 personas, entre 2004 y 2009. El comité de empresa mostró ayer su "satisfacción" porque el Gobierno reconozca el carácter militar de su astillero, a pesar de que, tras el veto de Bruselas al plan de IZAR, la planta isleña había vuelto a quedar dentro de la división civil de la empresa pública naval española.