Arte, Información y Gestión cierra la subasta "más floja" de cuantas ha celebrado

La subasta que organizó ayer en Sevilla la sociedad Arte, Información y Gestión dejó en la mesa las obras que salían con un precio más elevado. "Ha sido las más floja de cuantas hemos organizado, pero está ocurriendo lo mismo en Madrid y Barcelona", apuntó ayer al término de la subasta Ramón García-Rama, director de la sociedad. La puja más alta fue para un lienzo de Manuel García Rodríguez (1918), que llegó a los 80.000 euros. El lote más caro, dos bodegones del XVII de Pedro de Camprobín y Passano tasados en 900.000 euros, no encontró comprador. Tampoco se vendieron Los tesoros del Rey Salomón, de Francken II (120.000 euros), ni En la despensa, de Van Kessel el Viejo (74.000 euros).

Pareja de bodegones con vistas de Sevilla, de Pedro de Camprobín y Passano (Almagro, Ciudad Real, 1605-1674) salió a subasta por 900.000 euros, la cifra más alta de que ha alcanzado una obra desde que se organiza esta subasta, y nadie se atrevió a pujar.

"El mercado está resentido en términos generales y eso, por supuesto, afecta más al mercado del arte. Está ocurriendo lo mismo en las subastas que se organizan en Madrid y Barcelona. El ambiente ha sido muy frío y, todavía no tenemos los resultados, pero seguramente ésta será la subasta más pobre en cuanto a balance económico", afirmó ayer en Sevilla tras el final de la subasta Ramón García-Rama, director de la sociedad Arte, Información y Gestión, empresa participada por El Monte.

Los pintores costumbristas, especialmente los sevillanos, y algunos románticos del XIX fueron los más solicitados por el público. El lote más caro de la noche fue Jardines del Alcázar de Sevilla con la puerta Marchena al fondo (1918), del sevillano Manuel García Rodríguez, que tenía un precio de salida de 60.000 euros y se adjudicó por 80.000 euros. Curiosamente, la obra ha sido una de las últimas incorporaciones al catálogo y fue la que cerró la subasta.

La Junta de Andalucía se quedó con el óleo del siglo XVII Virgen del Rosario, de Juan de Uceda, por el precio de salida 30.000 euros, que un particular había cubierto en la sala y sobre el que la Administración ejerció su derecho de tanteo. El Estado, ejerciendo el mismo derecho, se quedó con tres obras: Retrato de Bartolomé Murillo, de Raimundo Madrazo (17.000 euros); La Virgen de las Nieves, de José Jiménez Aranda (23.000 euros) y El juego de la taba, de Patricio Patiño (5.500 euros). Las tres obras son del siglo XIX.

Arte, Información y Gestión sacó ayer a subasta 562 lotes valorados en más de cuatro millones de euros, de los cuales 220 son joyas y relojes y el resto pinturas, aunque también se incluyeron un tapiz flamenco del siglo XVII, un conjunto de cinco cartas manuscritas que el asturiano Ramón Pérez de Ayala escribió desde su exilio en Argentina, y dos tallas barrocas andaluzas que representan a Santa Ana y la Virgen de los Reyes. En esta convocatoria, a diferencia de las anteriores, no se han ofrecidos muebles.

Mientras que las ventas de la pintura han descendido, el grabado y otras técnicas múltiples han aumentado. En este apartado se vendieron dos obras de Goya: una de la serie Los disparates, por 1.100 euros, y otra de Los caprichos,por 800. La subasta ofrecía también grabados de José Gutiérrez Solana o Zabaleta. En cuanto a arte del siglo XX, salieron a subasta tres grabados de Dalí que se quedaron sin comprador; así como otros de Antonio Saura, Soledad Sevilla, Luis Gordillo, Antoni Clavé y Juan Navarro Baldeweg, entre otros.