¿La política contra la música?
¿Imaginan a un funcionario de Correos que tuviese que llevar las cartas en sus manos por no disponer de una bolsa? ¿O a un político que no dispusiera de micrófono y tuviese que decir sus discursos a gritos? ¿Imaginan a un médico auscultando de oído a un enfermo por falta de instrumental? ¿O a un catedrático sin papeles ni bolígrafos? ¿Imaginan a un guardia urbano sin silbato? ¿O a un pintor sin pinceles? ¿Imaginan un concierto sin instrumentos?
La Cultura en Andalucía se sigue considerando un privilegio, un lujo. Se sigue fomentando una cultura de escaparate, de impacto mediático, basada en el protagonismo del artista como objeto de consumo cultural, en lugar de en el desarrollo y el crecimiento del sentido artístico y la crítica de la cultura entre los ciudadanos. Señores políticos: el nivel cultural de un país depende de la educación de sus ciudadanos. Déjense de demagogia y, antes de abrir un conservatorio, hagan el favor de poner los pianos necesarios dentro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.