Miguel Sanz reitera su negativa a liberar de peajes la autopista AP-15

El Gobierno navarro ha reiterado su rechazo a la gratuidad de la Autopista de Navarra (AP-15) entre Irurtzun y Tudela, solicitada por 17 ayuntamientos que congregaron el domingo en Tafalla a más de tres mil personas. La manifestación abre una campaña de actos contra la "discriminación" que supone para sus vecinos ser los únicos que deben pagar para transitar por una carretera navarra.

La peligrosidad de la N-121 (Pamplona-Madrid), paralela a la AP-15, generó hace cuatro años movilizaciones populares y la presión de los partidos de oposición, que llevaron al Ejecutivo de Miguel Sanz, copropietario del 50% de Autopistas de Navarra (Audenasa), a aplicar una sensible reducción de tarifas. Los peajes blandos sofocaron las protestas y han generado un notable incremento del tráfico e importantes beneficios para la empresa. Audenasa es ahora copropiedad al 50% del Gobierno y de un grupo encabezado por Sacyr-Vallehermoso, que se adjudicó el paquete que poseía la Empresa Nacional de Autopistas (ENA).

El presidente Miguel Sanz ha sido contundente en su respuesta a las nuevas movilizaciones. "Es una petición viciada de origen porque responde a intereses electoralistas del PSOE a través de sus ayuntamientos", indicó ayer. Añadió que la demanda de gratuidad es un argumento "agotado" y de "escasa aceptación" entre los ciudadanos.