Cy Coleman, compositor

A las ocho de la tarde del viernes 19 de noviembre, las marquesinas y los carteles luminosos de los teatros de Broadway se mantuvieron apagados durante un minuto. Es una ceremonia que se repite siempre que muere alguno de los grandes. Es muy impresionante ver desaparecer todas las luces de esa parte de la ciudad siempre encendida y en movimiento. El 18 había muerto a los 75 años de un ataque al corazón Cy Coleman y la gente del teatro no dudó en mostrar su respeto y su duelo.

No es un nombre que en España suene demasiado, pero Alfredo Landa, Marujita Díaz o Emilio Aragón se saben muy bien algunas de sus obras. Nació en el Bronx de Nueva York y se llamaba Seymour Kaufman. Fue un niño prodigio que empezó a dar conciertos a los seis años. A los nueve ya tenía una carrera como solista de piano y tocaba habitualmente en el Carnegie Hall. Debió dar más de un disgusto cuando decidió que no volvería a tocar "música clásica" y que se iba a dedicar al jazz. Con 17 años era uno de los más importantes pianistas de los selectos clubs de Manhattan. Hasta el momento de su muerte Cy ha sido fiel a su trío de jazz.

Siempre estuvo cerca del mundo del teatro, pero el éxito lo consiguió al empezar a trabajar con una de las letristas más importantes de la historia del musical, Betty Comden. Sweet Charity, basado en la película de Fellini Las noches de Cabiria, fue el resultado de esa colaboración. La película realizada a partir del musical, con Shirley McLaine en el papel de la ingenua y sensible prostituta inmersa en aquel espíritu de los años sesenta, o el tema Big Spender son todo un símbolo. Marujita Díaz fue la protagonista del musical en Madrid. Alfredo Landa cantaba su vida sencilla de familia en Quiero a mi mujer y Emilio Aragón cruzaba el alambre en Barnum, el creador del circo de tres pistas.

Los trenes realmente imitan el sonido del musical On the Twentieth Century desde 1978. Los detectives privados viven en City of Angels. Los americanos abarrotaron el espectáculo The Will Rogers Follies, la historia de aquel cómico capaz de no ser políticamente correcto con nada ni con nadie mientras hablaba en un inglés imposible a gran velocidad jugando con el lazo vaquero de atrapar ganado.

El jueves Cy fue con su mujer a un estreno, al salir del teatro antes de acudir a la fiesta de los protagonistas decidió pasar por el hospital porque no se encontraba bien. Murió casi en la puerta de urgencias. Se deja mucho trabajo por hacer, estaba preparando una gran reposición de Sweet Charity para el próximo año. Defendió siempre que lo importante era tener una buena melodía, seguro que usted se sabe por lo menos un par de las suyas, aunque no recuerde quién es el compositor.