Racismo en el Bernabéu
Leo en su periódico que el Gobierno "condena tajantamente" los insultos racistas propinados a varios jugadores de la selección inglesa por un grupo (mucho me temo que más numeroso de lo que el Gobierno pretende) de gentuza del más variado pelaje en el partido España-Inglaterra del pasado miércoles. Me alegro de la reacción del Gobierno, pero no me parece suficiente ni de lejos.
En este país el racismo y la xenofobia están demasiado presentes en el día a día. Tenemos a miles de inmigrantes sin papeles trabajando en condiciones de semiesclavitud (siendo generosos) debajo de plásticos a temperaturas indecentes por un sueldo de miseria. Y no pasa nada. Se han producido actos lamentables cargadísimos de racismo en El Ejido y Elche (por hablar de dos casos con fuerte resonancia mediática). Incluso en esos casos se ha acusado a la policía de no haber hecho todo lo que estaba en su mano por evitarlos. Y no ha pasado nada. Muchos equipos de fútbol han sido enormemente permisivos con sus ultras, conocidos por su comportamiento racista y violento. Se han visto demasiadas banderas con símbolos nazis y fascistas en los campos de fútbol durante muchos años y las sanciones han brillado por su ausencia. El comportamiento de miembros de seguridad privada y también de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (a los que no les excusa su brillante y esforzado trabajo en muchos ámbitos, ya que deberían ser un ejemplo) hacia personas inmigrantes está muchas veces cargado de racismo y prepotencia. Es difícil encontrar a alguien que no haya presenciado episodios de este tipo, pero tampoco pasa nada, están por encima de la ley (denunciar este tipo de casos está condenado al fracaso).
En fin, podría seguir y seguir, pero creo que ya ha quedado suficientemente claro. Así que lo que ocurrió el pasado miércoles en el Bernabéu no debe extrañarnos mucho. Celebro la condena del Gobierno, pero me gustaría que, además de llenarse la boca con bonitas palabras, hiciera algo más. Que actuara con contundencia contra el racismo y la xenofobia. Sería de agredecer.
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