La bonanza petrolera

Las finanzas de Ecuador pasan por un momento dulce que le llevaría a crecer cerca de un 5,5% este año. No obstante, el único motor de este dinamismo es el elevado precio del petróleo en los mercados internacionales, una situación peligrosa, ya que no se aprecia un repunte del resto de los sectores productivos. La pobreza y la deuda pública siguen siendo los principales problemas.

Ecuador es uno de los países con menor desarrollo de Latinoamérica, con una renta 'per cápita' de mil dólares y una tasa de pobreza del 45%

El PIB crecerá un 5,4% este año y un 4% en 2005 gracias al alto precio del petróleo, que representa el 22% de la producción nacional

La economía ecuatoriana ve la luz. El Fondo Monetario ha pronosticado que el producto interior bruto (PIB) del país se elevará un 5,4% este año y un 4% en 2005. El problema es que este favorable resultado no viene dado por factores estructurales generados por el Gobierno, sino que se debe casi en exclusiva a la excepcional alza en el precio del crudo, que representa el 22% de la producción nacional.

Ha sido tanta la bonanza petrolera para el país andino, que lo recaudado por el crudo durante este año ha llevado por sí solo el peso del sector exterior. De hecho, los ingresos por venta de petróleo en el primer semestre del año ascendieron a 1.767 millones de dólares, casi la mitad del valor de las de exportaciones, que fueron de 3.499 millones, según el Banco Central de este país.

El problema es que el dinamismo del sector petrolero nada tiene que ver con la evolución del resto de los sectores productivos del país. De hecho, los datos indican que si no se suma el crudo al sector exterior, las exportaciones caerían en picado. En 2003, el sector servicios cayó un 3% y pesca y agricultura sólo crecieron el 1,5%, un poco más de la mitad del alza del PIB durante el año pasado.

Abultada deuda externa

Los analistas coinciden en que el Gobierno podría perder una importante oportunidad de diversificar una economía sumamente expuesta a los vaivenes del petróleo. Sin embargo, la ineficiencia de las empresas estatales todavía en poder de gran parte de la estructura productiva y, sobre todo, la alta deuda pública con organismos internacionales, drenarán gran parte de estos recursos frescos.

Y es que la abultada deuda externa del sector público -que llega al 38% del PIB, equivalente a 11.471 millones de dólares- y los compromisos financieros internacionales no permiten al Gobierno de Lucio Gutiérrez realizar grandes gastos. En 2005, los requerimientos de financiación bordearán los 2.000 millones de dólares, para lo que el Gobierno central prevé captar 750 millones de los organismos externos y 1.243 millones con deuda interna.

A esto hay que sumar una inestable situación política salpicada de constantes casos de corrupción, lo que ha hecho mantener recelosa a la inversión privada. La entrada de capital en Ecuador durante 2003 fue sólo de 1.500 millones dólares, una cifra inferior al principal ingreso: la entrada de remesas de emigrantes, que ha llegado en este mismo periodo a los 1.772 millones de dólares.

Positiva dolarización

Pero no todo son malas noticias: la implantación del dólar como moneda oficial, en marzo de 2000, ha logrado estabilizar las finazas del país manteniendo controlada la inflación por debajo del 4%. Además, se aprecia una mejora en la calidad de vida de los ecuatorianos desde la implantación de la moneda estadounidense.

Esta mejora podría verse dinamizada con la próxima firma del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y los países andinos, entre los que además de Ecuador, se encuentran Colombia y Perú. El tratado podría significar el despegue definitivo para el sector exterior ecuatoriano, ya que sus productos entrarían en EE UU con tratamiento preferencial.

Ecuador es uno de los países con menor desarrollo de Latinoamérica, con un PIB de 43.800 millones de dólares, un ingreso per cápita de 1.000 dólares, un nivel de empleo informal del 42% y una tasa de pobreza del 45%.