"Hay que contagiar a la calle"

Madrid 2012 se mira en Barcelona 1992. Y lo hace no sólo en algunas cuestiones técnicas o de organización, sino también pensando en quiénes fueron los artífices de aquellos Juegos, considerados por muchos como "los mejores de la historia". Por ello la oficina olímpica llamó hace casi dos años al catalán Isidre Rigau para que se hiciera cargo de la redacción del dosier. "En el equipo hay al menos cinco personas de aquel grupo que trabajó en 1992", dice Rigau. Este equipo tiene el respaldo de la experiencia y de ella se ha beneficiado el plan olímpico de Madrid entregado el pasado lunes en Lausana (Suiza).

"Hemos estudiado hasta el más mínimo detalle, como por ejemplo, la edad de los miembros del COI que recibirán el dosier. Tienen entre 55 y 60 años de media y por eso hemos tenido en cuenta el tipo de letra y la puesta en página de los textos para su fácil lectura".

A Rigau y a su equipo no le gusta establecer comparaciones entre Barcelona y Madrid. "Son dos grandes proyectos, pero luego admiten que para Barcelona, los Juegos supusieron una gran transformación como ciudad y que para Madrid será su consolidación como gran urbe mundial", dice. "En Barcelona se hizo el anillo de circunvalación a la ciudad, aquí ya está la M-30, la M-40... Madrid parece diseñada para albergar unos Juegos porque cumple con los criterios del COI a la perfección. No hay muchas ciudades de cuatro millones de habitantes como ésta".

En los tres tomos en los que se reparten los planes olímpicos, Rigau ha querido dar a Madrid una imagen de "proximidad", de ciudad cercana. Ese mismo sentimiento quiere que ahora nazca en la calle. "El dosier ya está entregado, el trabajo a partir de ahora es ganar la calle, contagiar a todos los madrileños de la pasión olímpica. Sin esa complicidad no hay nada. Y, Madrid tiene unas posibilidades muy altas de vencer".