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Xabi San Sebastián pone al día la canción vasca con 'Orai'

Al donostiarra Xabi San Sebastián le conocía bien la parroquia folclórica en su calidad de cantante de Alboka, un grupo en el que mantuvo un hermoso duelo interpretativo con la cantante húngara Márta Sebestyén hace tres temporadas. Ahora, con 37 años de edad, se ha atrevido por fin a "abandonar las trincheras" y asumir "ese grado adicional de responsabilidad y disciplina" que conlleva una carrera en solitario. El primer fruto de este esfuerzo lleva por título Orai y constituye un esfuerzo por poner al día los grandes temas de la canción de raíz. "Como en otras tradiciones, la música vasca siempre ha gravitado en torno al amor, los celos, la muerte o el autoengaño. Y aún hoy, varios siglos después, ésos son los mismos ingredientes que nos siguen haciendo vibrar, llorar o sufrir", apunta este cantautor y folclorista.

San Sebastián se confiesa una persona pudorosa y ha invertido varios años en sacudirse "ese punto de miedo escénico que representa poner la cara y el nombre al frente de un proyecto". Pero, una vez doblegada la timidez, el cantante y guitarrista aboga por "quitarse la ropa y contar cosas tuyas, de esas que sientes bien dentro". Así sucede en piezas confesionales como Donostian, en la que San Sebastián se autorretrata "crecido en clima de guerra, nieto de los que perdieron e hijo de los que olvidan". "Es una canción muy sincera", admite, "pero creo que no me atañe sólo a mí, sino que refleja algunos sentimientos muy extendidos entre mi generación".

Costumbre peligrosa

Otra composición llamativa es Xamurrak (Tiernos), donde se disecciona la añoranza del pasado, "una costumbre peligrosa a la que en Euskadi recurrimos demasiado y que aquí he intentado exorcizar". La canción sucede a otra pieza, Viento del Norte, que remite a la batalla de los vascos en Roncesvalles contra el Ejército de Carlomagno. "Es peligroso mitificar el pasado porque sólo conduce a la insatisfacción", subraya el autor.

La música de Orai empezó a conocerse con Hego haizea, un trepidante instrumental que sirvió como sintonía en TVE para los pasados encierros de San Fermín. A la postre, aquel guitarrista prometedor y retraído ha terminado destapándose con un primer disco de sonido muy enérgico. "Por eso mismo aposté por incluir mucha percusión, en especial aquella que no se asocia con la tradición vasca", explica Xabi. "De El Cairo me traje varias darbukas y descubrí que encajaban muy bien con nuestras melodías. También me enamoré del cajón flamenco, quizás por reivindicar el poso árabe que subyace en Euskadi. Y eso se demuestra en el propio nombre de la alboka", anota en alusión al ancestral clarinete doble.

Orai ha contado con la producción de Suso Saiz cada vez más familiarizado con la música vasca y las aportaciones de colaboradores como Mercedes Peón, Tino di Geraldo o las txalapartas de Oreka TX y Juan Mari Beltrán.

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