Una quema de rastrojos arrasa 12 hectáreas en el parque natural de la Calderona y obliga a desalojar un chalé
"Vino un golpe de viento y el fuego saltó, es horrible la sensación de impotencia, fue un segundo", dijo ayer el joven que junto a otro persona se dispuso al mediodía a quemar los rastrojos de su campo en las proximidades de un bancal en el término de Olocau, en el parque natural de la Sierra Calderona. El primer aviso lo dieron al forestal. "Me pareció lo más lógico en cuanto las llamas saltaron a otros restos que había cerca". El forestal y la brigada, según su testimonio, llegaron enseguida. Y en un primer momento pensaron que se hacían con el fuego. Pero no fue así, en pocos minutos las llamas alcanzaron la parte más baja de la montaña, en Terreta Blanca, en el acceso al Castellet Real y al Rodeno. El chalé situado a medio camino, fue desalojado.
Una hora después de que se iniciara el fuego pasadas las 12.00 se incorporaron a las tareas de extinción cuatro medios aéreos y varias unidades de trabajo en tierra. El balance final provisional ha sido, según fuentes de la dirección general de interior, de doce hectáreas calcinadas, de matorral y arbolado. A las 17.00 se dio por controlado en incendio y al cierre de esta edición permanecían en el lugar tres brigadas de la Generalitat, cuatro de la Diputación y una autobomba. La policía autonómica se hizo cargo de la investigación de los hechos.
El agricultor propietario del campo en el que se originó el fuego tenía el permiso del Ayuntamiento para realizar una quema controlada -un permiso que se hubiera visto invalidado en el caso de que la Generalitat hubiera decretado alguna preemergencia, hecho que no se produjo-. Según fuentes del Ayuntamiento, ayer las condiciones meteorológicas eran las idóneas para realizar la quema. Y las mismas fuentes apuntaron que, a priori, parecería que algunas mínimas medidas de prudencia -como limpiar la zona próxima a la quema y colocar alrededor por ejemplo hormigón y ladrillo para evitar que se extienda el fuego en horizontal y favorecer el efecto chimenea- no se tomaron. Fuentes del Consistorio apuntaron que lo más conveniente hubiera sido mover los rastrojos fuera del lugar en el que estaban hacia un emplazamiento más alejado de la montaña.
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