Un nuevo incendio en una subestación eléctrica deja sin luz y colapsa el centro de la capital
Alrededor de un millón de personas se vieron afectadas en los primeros momentos
Un incendio en una subestación eléctrica de la empresa Unión Fenosa en el distrito madrileño de Arganzuela dejó ayer sin luz gran parte del centro de la capital, incluidos los semáforos, lo que causó enormes atascos, y el servicio de metro, en el que se interrumpieron completamente dos líneas. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, llegó a calificar la situación de "crítica" en torno a las 18.30.
Unos 250.000 abonados resultaron afectados por el apagón, lo que supone alrededor de un millón de personas en los primeros momentos. Unos 80.000 abonados, es decir, 300.000 personas (el 10% de los habitantes de la capital) sufrieron cortes durante las dos horas críticas que se vivieron ayer entren las 17.00 y las 19.00. Este suceso se produjo con la imagen reciente en la retina de los madrileños de otro suceso similar ocurrido en la subestación de la céntrica calle de Almadén, apenas a 100 metros del paseo del Prado y del Congreso de los Diputados, en el que cuatro personas sufrieron leves intoxicaciones por el humo y 40.000 clientes se quedaron sin luz.
A las 16.50 de ayer se oyó la primera explosión. Cinco minutos después, otra más fuerte. Uno de los cinco transformadores de la subestación eléctrica de Unión Fenosa Cerro de la Plata, situada en la calle del Ombú, justo detrás de la estación de autobuses de Méndez Álvaro, estaba ardiendo, y con él, unos 70.000 litros de aceite, según fuentes de los bomberos de Madrid.
Dos trabajadores resultaron heridos leves por intoxicación y los cines UGC Cine Cité, colindantes con la subestación y en los que en ese momento había unas 400 personas, según su personal, fueron desalojados. "Durante la evacuación estuvieron todos muy tranquilos; otra cosa hubiera sido un poco más tarde. Un jueves, a eso de las ocho, puede haber más de 2.000 espectadores", explicaba un guardia de seguridad de los cines.
En ese momento los bomberos ya estaban trabajando en sofocar el incendio y, sobre todo, en impedir que el fuego se propagara a los otros cuatro transformadores. La tarea, según el portavoz de bomberos, era sumamente complicada, ya que era "muy difícil" acceder al foco del incendio con la espuma, la arena y el agua que estaban utilizando. En el siniestro trabajaron 12 dotaciones (unos 40 bomberos). El dispositivo desplegado por el servicio de emergencias del Samur montó un hospital de campaña en el lugar, aunque sólo atendieron a cuatro intoxicados leves.
Pero este primer incendio provocó una reacción en cadena en la que otras dos subestaciones se vieron colapsadas por la sobrecarga en la red: una de Iberdrola situada en la calle de Ayala (distrito de Salamanca) y, posteriormente, otra de Unión Fenosa en el de Moratalaz como "consecuencia directa" del primer fuego, según Gallardón, que actuó como portavoz del Ayuntamiento durante la tarde y la noche.
En los primeros momentos del incendio llegaron a quedarse sin luz unos 250.000 usuarios, mientras la empresa localizaba el foco del problema.Pero el grueso de los afectados, los que sufrieron los apagones durante las dos horas críticas posteriores al siniestro, hasta las 19.00, fueron unos 80.000 usuarios del servicio eléctrico, lo que eleva la cifra de afectados a alrededor de 300.000 personas, esto es, un 10% de la población de la capital. Al filo de la madrugada, aún no se había reestablecido el suministro a unos 22.000 abonados que viven en los alrededores de la estación siniestrada.
Las 16 dotaciones de bomberos que trabajan en el siniestro (se unieron otras cuatro a los largo de la tarde) habían logrado apagar el fuego sobre las 21.00, tras una "lucha larga y difícil". Sin embargo, un retén continuaría toda la noche enfriando la subestación mediante una espuma especial.
En total fueron seis los distritos de la capital que sufrieron cortes de luz: Arganzuela, Retiro, Salamanca, Centro, Chamberí y Puente de Vallecas. 240 semáforos (de los alrededor de 18.000 que existen en las calles de Madrid) dejaron de funcionar en gran parte de esos distritos entre las 17.00 y las 19.00, esto es, en plena hora punta, lo que convirtió numerosas calles del centro de la capital en un interminable reguero de vehículos atascados.
Dispositivo de 150 agentes
El Ayuntamiento de Madrid desplegó un dispositivo compuesto por 150 agentes de la Policía Municipal que intentaron regular el tráfico en los puntos más conflictivos. En la calle de Alonso Martínez, por ejemplo, los coches estaban completamente parados, y en la plaza de Manuel Becerra los agentes llegaron a impedir la circulación en sentido hacia el puente de Ventas. "Está completamente atascado, no se puede avanzar", explicaban los policías a las 20.00. Al filo de la madrugada seguían sin funcionar 50 semáforos, según fuentes municipales.
Durante las dos horas críticas que se vivieron ayer, entre las 17.00 y 19.00, también se quedó ciego el centro de pantallas de control de tráfico del Ayuntamiento de Madrid. El apagón coincidió, una vez más, con la hora punta, cuando el tráfico era especialmente intenso en la M-30, sobre todo en el nudo de Manoteras en sentido hacia Méndez Álvaro.
El servicio de metro también se vio alterado. Los cortes y los parones, que afectaron sobre todo a las líneas 2 y 4, no cesaron hasta las 18.50, momento en que quedó reestablecida la normalidad, aunque con un retraso de unos 15 minutos, según fuentes de Metro. Éstas admitieron que algunos trenes se habían quedado atrapados en los túneles de la red por falta de energía. Entre ellos, unos 100 viajeros de la línea 6 tuvieron que ser desalojados a través de los pasadizos y lo mismo sucedió en la estación de Palos de la Frontera.
La lista de transportes afectados por el siniestro en la subestación se completa con la línea de cercanías de Renfe. El servicio de trenes se suspendió entre las estaciones Príncipe Pío y Atocha, ya que esta línea tiene que pasar por la estación de Méndez Álvaro, a escasos metros del incendio.
Aunque las llamas no le afectaron, la intensa columna de humo que desprendía el fuego desaconsejaba la circulación. Incluso, algunos trenes que llegaron a Príncipe Pío procedentes de la zona de la sierra tuvieron que dar media vuelta y volver a las localidades de origen. El servicio en las líneas C-7 y C-10, las afectadas, se restableció completamente a las 20.30.
En cuanto a las causas del siniestro, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, insistió en que se debía a un accidente, aunque no se sabrá la causa exacta "hasta que no lo determinen los técnicos", añadió. Gallardón calificó la situación creada ayer como "crítica", y aprovechó una de sus primeras intervenciones como portavoz municipal en el lugar del siniestro para pedir la colaboración de los ciudadanos. Por ejemplo, insistió en que no utilizasen el transporte privado por el centro de la capital si no era "absolutamente necesario".
Investigación
El alcalde anunció, por otro lado, que el Ayuntamiento y el resto de las administraciones "abrirán una investigación para garantizar que estos accidentes no vuelvan a ocurrir". Hay que recordar que, además del siniestro del pasado julio en la subestación de la calle de Almadén, cerca de la glorieta de Atocha, esta misma subestación del Cerro de la Plata que ardió ayer ya sufrió otro accidente igual en 1999, aunque fue en una parte de las instalaciones que actualmente están en desuso.
Por su parte, la compañía Unión Fenosa también anunció ayer la instalación de diferentes casetas alrededor de la zona de Méndez Álvaro para que los usuarios afectados puedan hacer las reclamaciones que consideren oportunas. El Ayuntamiento también puso ayer al servicio de los afectados varias dotaciones del Samur Social. Gallardón recordó a los ciudadanos más necesitados, sobre todo a los que viven solos, que también pueden acceder a este servicio a través del teléfono gratuito 900 100 333.
Al lugar del siniestro también se desplazaron diferentes representantes del Gobierno regional, como los vicepresidentes Ignacio González y Alfredo Prada, así como el portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas. El Parlamento autonómico también sufrió las consecuencias de los apagones: la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, compareció a oscuras durante unos minutos en la sesión del pleno de ayer.
Dos siniestros en cuatro meses
"No es casualidad que se hayan quemado dos subestaciones eléctricas de Madrid en sólo cuatro meses. Eso pone en cuestión la calidad de los sistemas. Y en la medida que eso afecta a las personas, a mí me preocupa", declaró ayer tarde el delegado del Gobierno en Madrid, el socialista Constantino Méndez.
"Creo que después de estos dos incidentes [primero el de la subestación de Unión Fenosa próxima a la glorieta de Atocha, y ahora el de la subestación de Méndez Álvaro] hay que revisar la calidad del servicio y la calidad de las redes de distribución eléctrica", agregó el delegado.
Méndez informó rápidamente de lo que sucedía a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, además de estar en contacto permanente con el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. "El alcalde y yo hemos colaborado magníficamente, pero, después de esto, creo que hay que revisar si este tipo de crisis las estamos gestionando bien y ver si hay debilidades e insuficiencias en los mecanismos de coordinación", dijo.
El vicepresidente segundo y consejero de Justicia e Interior, Alfredo Prada, informó que el Gobierno regional ha abierto un expediente informativo para "recabar las causas, el origen y depurar posibles responsabilidades" del incendio.
El líder del PSOE en Madrid, Rafael Simancas, declaró: "Éste no es el primer incendio de esta subestación ni es la primera vez que esto pasa este año en la capital.Habrá que hablar con la empresa para que esto no vuelva a suceder". El edil del PSOE Óscar Iglesias anunció que exigirá al alcalde una comisión de investigación para aclarar lo ocurrido.
Inés Sabanés, de IU, y la Unión de Consumidores de Madrid exigieron a la Comunidad una inspección de todas las subestaciones eléctricas y que se hagan públicas las conclusiones.
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