Una experiencia en red
La versión europea del juego es para PC, pero se podrá interactuar con jugadores de otras plataformas
Llega a Europa Final Fantasy XI, el juego de rol multijugador online masivo de Square Enix que ha triunfado en Japón y en Estados Unidos. El éxito del videojuego viene avalado por una comunidad online de más de 500.000 miembros registrados y más de un millón de personajes activos dentro del juego.
La versión que los europeos tendrán entre sus manos no será para PlayStation 2. En el viejo continente la versión distribuida por Ubi Soft será para PC. Pese a esta diferencia de plataforma los fans de la saga de todo el mundo, independientemente del medio utilizado, podrán encontrarse para desarrollar sus vidas paralelas dentro de este mundo imaginario.
La advertencia del equipo de programación antes de iniciar una partida es muy significativa: no olvides a tu familia, tus amigos, la escuela o tu trabajo. Y es que el poder de seducción que ejerce Final Fantasy XI es tan grande que atrapa desde el primer día a todo aquel que visita sus tierras virtuales, bautizadas con el nombre de Vana'diel. Son tantas las acciones que se pueden realizar y tantas las aventuras propuestas que el día no tendrá suficientes horas para llevarlas a cabo.
'Final Fantasy XI'
Género: Juego de rol masivo 'online' (MMORPG)
Fabricante: Square Enix
Plataforma: Windows 98/98Se /Me/2000/XP
Precio: 44,95 euros
Eda recomendada: Mayores de 13 años
Internet: www.playonline.com
www.square-enix.co.jp
Para acceder a cualquier juego de rol multijugador online masivo, se necesita una conexión a Internet con la que poder entrar en un mundo virtual repleto de otros jugadores con los que compartir experiencias. Para acogerlos a todos, la compañía dispone de un total de 30 servidores y cada uno puede alojar a 100.000 clientes. Cada mes se deberá abonar una cuota de 10 euros si se desea seguir disfrutando de la experiencia. Después de la instalación de Final Fantasy XI y una obligatoria puesta al día de las diferentes ampliaciones del título, se abre un sistema llamado PlayOnline con opciones como correo electrónico y chat.
Pero obviamente eso no es el juego, son servicios adicionales muy útiles que ofrece el programa. Para llegar a Vana'diel, antes se debe crear un personaje que se escoge entre diferentes tipos: humanos, elvaan, tarutaru, mithra y galka, cada uno con particularidades muy específicas. Además de elegir la raza y el género, también se decide la clase de trabajo que realizar (guerreros, monjes, magos, ladrones, bardos, paladines, etcétera) y el aspecto físico.
Ése será el personaje que evolucionará en el mundo virtual, que hablará con otros personajes creados por otros jugadores y que vivirá todo tipo de aventuras. Igual que en la vida real, el objetivo es subsistir dentro del medio, y lo más fácil es disponer de un trabajo que permita conseguir dinero para obtener materiales u objetos que permitan viajar, luchar y hacer progresar al personaje. Se pueden ejercer algunos oficios, como herreros o carpinteros, para obtener una paga con la que comprar lo necesario en las tiendas habilitadas en el juego.
Pero además de trabajar también se pueden realizar acciones más sencillas como plantar semillas en macetas y recolectar los frutos, o bien pescar, aunque es indispensable disponer de una caña y un cebo para peces.
El mundo de Vana'diel es realmente extenso, compuesto por cuatro reinos: El Reino de San D'Oria, la República de Bastok, La Federación de Windurst y el Gran Ducado de Jeuno, y amplias zonas donde los monstruos viven en libertad y atacarán a todo aquel que ose molestarles. Para hacer frente a los enemigos deben crearse grupos de jugadores, lo que fomenta la colaboración y el espíritu de comunidad, principales atracciones de Final Fantasy XI.
Dada la extensión de este mundo virtual, sus creadores han tenido la genial idea de incorporar a unos graciosos animales llamados Chocobos, parecidos a los pollos de gran tamaño, a los que los personajes se pueden montar para recorrer grandes distancias y que ya han aparecido en otras entregas de la serie Final Fantasy. Además, estos particulares animales pueden excavar agujeros y, en ocasiones, encontrar objetos valiosos.
Sin embargo, es una verdadera lástima que el juego no se haya traducido al castellano; sus numerosas opciones se diluyen a la mínima expresión para aquellos jugadores que no dominan al cien por cien el inglés.
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