Planes

El alcalde de Madrid aparece previsor, ufano y hasta dicharachero cuando presenta su famoso proyecto olímpico 2012 para la capital. Esperemos que no ocurra como con otras muchas presentaciones mediáticas a las que nos tiene acostumbrados Ruiz-Gallardón, que luego se quedan en agua de borrajas.

Por ejemplo, hace exactamente un año, en noviembre de 2003, en un Congreso Internacional de Políticas Locales, convocado al efecto, el alcalde y la concejal responsable de la Política Social del Ayuntamiento, Ana Botella, nos prometían como compromiso ineludible para esta legislatura redactar e implantar el Plan Local de Integración de Nuevos Vecinos de Madrid (2004-2008), que un año después ha cambiado de nombre: se denomina ahora Plan Madrid de Convivencia Social e Interculturalidad, pero todavía es sólo un borrador.

En los últimos tres años, 210.000 vecinos, procedentes de otros países, religiones y culturas, se han establecido en la capital. Ya son de origen foráneo 450.229 vecinos, un 14,1% de los empadronados en Madrid a 1 de julio de 2004.

El atractivo de la gran ciudad para consolidar el proyecto migratorio continuará aumentando en años sucesivos. Una intervención municipal para la integración de los inmigrantes, coordinada con las otras administraciones, resulta imprescindible.

Pero los planes del alcalde y su concejal pasan olímpicamente de los problemas cotidianos.