La ancestral celebración de la cosecha

La tradición circense en China nació hace más de 2.000 años. Los campesinos de las zonas rurales celebraban la recogida de la cosecha con juegos y malabares que preparaban para la ocasión. Hubert Breukers, encargado de la gira española del Gran Circo Nacional Chino, explicó ayer que, normalmente, se utilizaban objetos cotidianos para realizar las acrobacias. "Por eso hoy se usan platos, sillas y bicicletas en los espectáculos", afirmó Breukers.

El arte acrobático experimentó su mayor auge con la dinastía Han, en el siglo II antes de Cristo, cuando los señores feudales incluían números de acrobacia en sus fiestas.

En el siglo XIX, esta disciplina entra en un periodo de decadencia del que no saldrá hasta la revolución comunista de mediados del siglo XX, cuando se crean las primeras escuelas estatales de acróbatas. En la actualidad, existen escuelas circenses en cada una de las provincias chinas.

Los 60 acróbatas de la compañía que ha estrenado su espectáculo Yin Yang en Córdoba fueron reclutados a los siete años por los entrenadores del Gran Circo.

El director, Liang Zhongry, explicó ayer cómo los niños reciben durante seis años, en jornadas que van desde las cuatro a las seis horas diarias, un entrenamiento físico y académico especial.

Pasado este tiempo de formación multidisciplinar, cada uno de los chicos se especializa en un número concreto y el Ministerio de Cultura chino les permite viajar por todo el mundo mostrando sus acrobacias.

"Son considerados artistas, estrellas, en China", afirmó Zhongry. La media de edad de los acróbatas del Gran Circo ronda los 22 años, la más joven tiene 16 años y el mayor tiene 35. "Ésa es la edad máxima en la que es posible participar, como los deportistas", dijo el director del espectáculo.