Macario Asenjo Ponce, alcalde de Campo de San Pedro, Segovia

Los restos mortales de Macario Asenjo Ponce recibieron sepultura la semana pasada en el cementerio de Campo de San Pedro (Segovia), localidad de la que era alcalde desde 1991, después de que sus vecinos pudieran velarle, durante una hora, en el salón municipal de plenos.

Víctima de un cáncer, cuando contaba con 47 años de edad, este dirigente municipal, primero como independiente y luego en calidad de miembro del PSOE, centró su actividad en favor del desarrollo rural, lo que le llevó a impulsar el movimiento asociativo y a fundar la Red Castellana y Leonesa de Desarrollo Rural Huebra, Iniciativas Rurales, que engloba a diferentes organizaciones que gestionan proyectos europeos, de la que era vicepresidente, y la Coordinadora para el Desarrollo Integral del Nordeste de Segovia (Codinse), una de las más deprimidas y despobladas de Europa, con 1,5 habitantes por kilómetro cuadrado.

Consejero de Caja Segovia como representante de entidades locales y promotor de la mancomunidad de municipios Moral de Hornuez, ostentó cargos dentro del PSOE, como secretario de agricultura y desarrollo rural de la ejecutiva provincial y, en la actualidad, secretario general de la agrupación socialista de Riaza.

Los políticos que han trabajado a su lado le consideraban un gran defensor de las comarcas y luchador infatigable en defensa del asociacionismo y de todo lo que tenía que ver con la defensa del medio rural, con la máxima de que "los pueblos no se mueran", como repetía.

Sus más próximos recuerdan que, ya ingresado en un hospital, seguía trabajando en proyectos dirigidos a mejorar la calidad de vida y la red asistencial de las personas mayores, que cada vez se quedan más solos en sus pequeños pueblos, donde se sufre una gran despoblación, unida al envejecimiento.

En sus últimos días, Macario Asenjo recibió la visita de la vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, con quien mantenía una buena amistad de su época como diputada por la circunscripción segoviana.

Profesor de EGB en varios colegios públicos y, en los últimos años, en un centro comarcal de adultos, este alcalde era una persona muy querida, como se demostró con la presencia de cientos de amigos que fueron a despedirle, porque se había dejado su corta vida trabajando para los demás.

La semana pasada, el senador socialista y amigo suyo Arturo González recordaba que no había persona con problemas que no fuera a ver a su alcalde y que éste no lo intentara solucionar, ya fuera médico, familiar o económico.-