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Familiares de las víctimas acosaban a El Paleta en Torrevieja

La policía esperaba a David R. V., El Paleta, en la calle de la Comunidad Valenciana, en una urbanización de lujo próxima a la Torre del Moro, en Alicante (Torrevieja). El viernes pasado, los vecinos de la zona detectaron varios coches camuflados que patrullaban incesantemente por la zona. Pese a no llevar ningún distintivo, los residentes en la zona sacaron la conclusión de que esos pertinaces visitantes eran policías. ¿Pero qué o a quién buscaban? Menos de 24 horas después sabrían de qué se trataba: uno de los supuestos autores del triple crimen de Madrid.

Pero los policías no eran los únicos que acosaban al sospechoso. También estaban tras su rastro algunos familiares del difunto Amalio, el joven cabeza de familia asesinado el pasado día 5. Los agentes descubrieron a estas personas antes de que lo hicieran los parientes de las víctimas, lo que probablemente evitó una desgracia. ¿Cómo habían logrado saber que el albañil era uno de los sospechosos del crimen? ¿Y cómo conocían que en la actualidad estaba en Torrevieja? Nadie lo sabe.

El presunto autor del homicidio presentaba algunas heridas que la policía está pendiente de precisar si pudieran ser consecuencia de una pelea y, más en concreto, de un posible forcejeo mantenido con el difunto Amalio.

David es un joven que consume drogas y que a veces suele sufrir episodios de agresividad incontrolable, según fuentes de la investigación. En caso de confirmarse su presunta implicación en el triple crimen, eso explicaría la violencia empleada contra las víctimas, incluso contra la pequeña Nerea, de sólo nueve meses de vida.

Pilar Heredia, miembro de la asociación gitana Yerbabuena, se felicitó ayer de que la policía haya actuado con rapidez para esclarecer la muerte de la joven pareja y de su hija. No obstante, reiteró que las investigaciones prueban que no se trataba de un ajuste de cuentas entre gitanos, como sostenían las primeras hipótesis.

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