Pujol mantendrá su papel de árbitro en la nueva ejecutiva de la federación de CiU
Jordi Pujol seguirá siendo el árbitro de CiU. Como presidente fundador mantendrá el voto de calidad en la ejecutiva de la federación de Convergencia i Unió que saldrá de la conferencia nacional de los próximos días 26 y 27. Esa dirección estará formada a partes iguales por miembros de CDC y de UDC. Según los estatutos, esta prerrogativa de voto corresponde al presidente de la federación, pero Unió planteó reservas a que quede en manos de Artur Mas, futuro presidente de CiU.
La conferencia nacional de CiU debía servir para convertir a la federación nacionalista en una sola fuerza política, porque así figura en los estatutos fundacionales de 2001. Pero ni Unió ni Convergència lo interpretan de igual forma. Los convergentes aspiraban a un resultado equivalente a la fusión, mientras los democristianos sostienen que CiU ya actúa en las elecciones como un partido único y, por tanto, la conferencia debe introducir escasas novedades en la actual estructura organizativa.
Unió sólo persigue que Convergència le trate de igual a igual -de ahí su insistencia en que las ejecutivas sean paritarias- y acabar con esa imagen de hermano pequeño de la federación. Pero Unió, replican en CDC, sólo posee un tercio de los militantes de CiU y "esta diferencia ha de quedar reflejada en algún nivel de la organización".
La ponencia organizativa, la que ha generado más desacuerdos entre ambas formaciones, está prácticamente ultimada. Pero dos incógnitas continúan abiertas: la primera, si se mantiene el puesto de secretario general adjunto de CiU; y, la segunda, el porcentaje de militantes que tendrá cada partido en las asambleas locales y que, en caso de conflicto, deberán dirimir la composición de las listas para los comicios municipales.
Piqué y la autodeterminación
Por otra parte, el presidente del Partido Popular en Cataluña, Josep Piqué, aseguró en una entrevista en el diario Avui que su formación votará en contra del nuevo Estatuto catalán si éste incluye "la no renuncia al derecho a la autodeterminación".
Las declaraciones de Piqué muestran las dificultades para pactar el futuro texto estatutario, a pesar del compromiso adoptado en esa dirección por los líderes de los cinco grupos parlamentarios de la Cámara catalana -entre los cuales se encuentra Piqué- el pasado viernes en Miravet.
El líder del PP catalán argumentó su posición contraria al derecho a la autodeterminación basándose en que éste "es incompatible con la Constitución" y en que "cuando se habla de autodeterminación hay que tener en cuenta qué significa eso en el derecho internacional. Y [según el derecho internacional, la autodeterminación] no tiene nada que ver con la situación de Cataluña. Es para los procesos de descolonización, y éste no es el caso", añadió.
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