La apuesta del Getafe
Sánchez Broto, portero amante de las pujas y empresario, busca ante el Málaga quedar imbatido por segundo partido seguido
Con lo que le gustan las apuestas, -"por mi forma de ser y no por ganar dinero"-, Sánchez Broto (Barcelona, 1971), nunca ha arriesgado unos dineros a que algun día saldría imbatido de un campo de Primera. Hace seis días, ante el Valencia, y con paradón a Corradi en el minuto 90, acabó por primera vez un partido en la élite sin encajar un gol. Pero no hubo apuestas; el portero del Getafe arriesgaba semanas antes 600 pares de guantes a que en el Bernabéu no le endosarían más de un tanto. La lógica del fútbol confirmó que no era un envite a caballo ganador y en su empresa de prendas deportivas (www.soloporteros.com) ya se acumulan más de 400 solicitudes. "Hasta de California y Argentina me han llegado", apostilla el ex guardameta de Celtic, Livingston, Zaragoza, Murcia y Málaga. A 60 euros el juego, los demandantes sólo deben responsabilizarse de los gastos de envío.
Esquilmado en su última puja por los remates de Owen y Ronaldo, Sánchez Broto no tentará a la suerte pese a que, si hoy echa el cierre a la portería, sumará 180 minutos imbatido. Lo nunca visto. Antes de la proeza, recibió seis goles en cuatro encuentros con el Zaragoza (1992-93) y 14 en nueve con el Murcia (2003-04); en Getafe lleva cuatro en 270 minutos.
"No soy muy dado al tema de las estadísticas", dice, restando importancia al asunto. Pero donde está más avezado es en el tema de la diosa fortuna. "El año pasado aposté 1.500 euros a que el Celtic eliminaba al Barcelona en la UEFA; me llevé un millón de las antiguas pesetas", confiesa. También sonríe cuando recuerda lo cerca que estuvo sin saberlo de que le tocara el gordo en sus tiempos en el Livingston: "El presidente del club apostó un dinero fuerte, 70.000 euros, a que ganábamos un partido 3-0, pero en el último minuto nos pitaron un penalti en contra; envió a alguien del palco para decirme que me daba mitad si lo paraba, pero no llegó a tiempo y encima me metieron el gol".
También fue en las highlands donde decidió montar su negocio, exclusivo para porteros. "Siempre tenemos la sensación de estar dejados de la mano de Dios; de ahí el nombre de la empresa", asevera. Una visión de futuro que le lleva cinco horas todas las tardes agarrado al ratón y al teléfono para encontrar salida a las 10.000 parejas de guantes que almacena en Zaragoza, donde ha montado un museo con los moldes de las manos de Casillas, Cañizares y otros paisanos junto a las camisetas de Kahn, Buffon o Toldo.Sánchez Broto, que ha estado "en las dos caras de la moneda", podría acompañarles algún día. Para empezar, ante el Málaga, amén de portero, podría ser caballo ganador.
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