La Confederación del Tajo autoriza las obras para soterrar la M-30

La Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo público que controla y vela por el dominio público hidráulico de los ríos de la región, dará antes de 15 días su visto bueno a las obras de soterramiento de la M-30 junto al Manzanares. Según la cadena SER, la Confederación impondrá una serie de condicionantes ambientales al Ayuntamiento durante la ejecución de los trabajos.

Entre las condiciones que hará valer la Confederación Hidrográfica del Tajo se encuentran la conservación del arbolado existente o la vigilancia de los niveles freáticos del río. Este organismo público también exige un control de los vertidos y lodos que se extraerán durante las obras, que incluyen la construcción de un túnel de 15,6 metros de diámetro, a través de un pozo de 100 metros de largo y 30 de profundidad.

Desde el invernadero de Arganzuela, lugar por donde comenzará el soterramiento de la vía, la tuneladora empezará a horadar un subterráneo de 4,2 kilómetros de longitud y tres carriles por sentido.

El permiso de la Confederación era requisito imprescindible para que el Ayuntamiento pudiese comenzar las obras. No obstante, el Consistorio declinó ayer hacer declaraciones sobre el visto bueno de la Confederación al inicio de los trabajos de soterramiento de la autovía. "No se harán declaraciones hasta que no se tenga constancia oficial", señalaron desde el Ayuntamiento de la capital.

La Confederación Hidrográfica enviará en breve al Consistorio las 70 alegaciones que se han presentado al proyecto para que éste las responda.

Con el respaldo de la Confederación,

el Ayuntamiento ya tiene carta blanca para iniciar las obras, puesto que la comisión de expertos en arqueología y paleontología que había creado el Gobierno regional tampoco ha encontrado motivos para oponerse al proyecto. Según estos especialistas, el Ayuntamiento ha presentado toda la documentación necesaria para asegurar la integridad de los yacimientos que se ocultan en la zona que discurre en paralelo al río Manzanares y que está declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

Las obras de soterramiento de la M-30 tienen un presupuesto inicial de unos 3.900 millones de euros. El Ayuntamiento pagará esta enorme inversión en 35 años, lo que, según la oposición municipal, supone un despilfarro.

Por su parte, la portavoz de IU en el Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, exigió ayer la "paralización inmediata" de las obras. Sabanés recordó que el artículo 6 de la Ley de Aguas prevé el control y las labores de policía a la Confederación y que, "hasta la fecha no existe una autorización específica para el inicio de las excavaciones".

Izquierda Unida se ha dirigido en dos ocasiones por escrito a la Confederación Hidrográfica, y en su última respuesta, de fecha 24 de septiembre, se argumentaba que aún las obras no se habían puesto en marcha. "Es más que obvio", dice Sabanés, "que ahora las obras ya se han iniciado como se puede observar por los destrozos en el arbolado que han provocado y, por tanto, es preceptiva la autorización de la Confederación".