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Asesinada una menor rumana que desapareció hace 15 días en Móstoles

La policía detiene a tres sospechosos de haber cometido el crimen

La policía ha detenido a tres hombres, entre los que está el supuesto asesino de Johanna Laura C., una inmigrante rumana de 17 años, que fue hallada asesinada ayer por la mañana en un descampado de Móstoles por un vecino que paseaba con su perro. La joven, que se hallaba en España de forma irregular, había desaparecido el pasado 26 de octubre y desde entonces no había ningún tipo de noticias sobre ella. El cuerpo estaba prácticamente enterrado y semidesnudo. Este homicidio eleva a 50 las muertes violentas registradas en la región en lo que va de año.

El macabro hallazgo se produjo sobre las once y media de la mañana en un descampado cercano a la calle del Pintor Rosales, cerca del recinto ferial y donde colocan los vendedores ambulantes un mercadillo de ropa y fruta. Según fuentes policiales, el hombre se percató de que de la tierra sobresalían una mano y parte del pelo de la joven. De inmediato avisó al 091 del Cuerpo Nacional de Policía. Al lugar acudieron varios coches patrulla, además de los bomberos y la juez de guardia de Móstoles.

Sobre las 15.30 fue desenterrado el cadáver. La primera inspección en el lugar no arrojó luz sobre la forma en que fue asesinada la joven Johanna Laura. Estaba semidesnuda (llevaba puestos unos calcetines) y presentaba diversas lesiones en la cara. Éstas podrían haber sido producidas por la presión de la tierra sobre la cara.

Los agentes no hallaron en el cadáver signos claros de violencia, como cuchilladas o tiros, que permitieran determinar cómo se produjo la muerte. Lo que sí han dejado claro las primeras pesquisas es que la joven extranjera no murió en el lugar en el que fue hallada. Las personas que la enterraron la llevaron ya muerta y trataron de ocultar su cadáver. No había signos de violencia ni restos de sangre en toda esa zona.

El lugar es una zona de difícil acceso para los coches, por lo que las personas que se deshicieron del cadáver tuvieron que llevarla en brazos o por algún método similar. El cuerpo fue trasladado ayer al Instituto Anatómico Forense, en la Ciudad Universitaria, donde hoy se le practicará la autopsia que permitirá determinar exactamente cómo murió.

Fuentes policiales no descartan que la joven fuera estrangulada o recibiera algún golpe, que con el paso del tiempo no ha quedado visible en una primera inspección ocular. Agentes de la Policía Científica acordonaron la zona y recogieron muestras de los alrededores, además del agujero en el que fue hallada Johanna Laura. Los agentes de la comisaría de Móstoles y del Grupo VI de Homicidios se han encargado del caso. Ayer interrogaron a los amigos más próximos a la víctima, lo que permitió detener a los supuestos autores del homicidio en sólo unas horas.

Tras la desaparición de la muchacha, sus amigos habían distribuido decenas de carteles con la fotografía de Johanna por el municipio mostoleño y pidieron ayuda para saber su paradero. Esta circunstancia es la que ha motivado que las pesquisas policiales se centren en el homicidio.

Johanna Laura llegó a España hace unos ocho meses procedente de su ciudad, Rmbalsea, situada a unos 200 kilómetros de la capital rumana, Bucarest. Allí dejó a sus padres y a un hermano menor. "Pensó que en España tenía más posibilidades de salir adelante y de ganar dinero", señaló Lory, una amiga de la fallecida.

Siempre había residido en Móstoles. Tuvo un novio, con el que vivió durante unos meses, pero tras la ruptura decidió compartir un piso de alquiler con otro compatriota en la calle del Río Tormes, junto al hospital Ernest Lluch de la localidad, y a unos 300 metros aproximadamente de donde fue hallada muerta. De su traslado hacía ya dos meses.

Lory explicó ayer a EL PAÍS que la última vez que vio con vida a Johanna fue el domingo 24 de octubre en el bar de copas donde trabajaba como camarera desde que llegó a España. El local se llama la Ruta Latina y se halla en la avenida del Dos de Mayo, en pleno centro de la localidad. "Estaba manteniendo una discusión con un par de jóvenes, pero no sé por qué había venido la cosa", comentó la joven. Ésta reconoció el cadáver por un anillo que le enseñó la policía y que pertenecía a la joven. "No tenemos claro qué es lo que pudo ocurrir, porque la policía no nos ha querido decir nada", explicó Lory. "Laura era una chica muy guapa y muy alegre que no se metía con nadie y que no tenía enemigos. Todos la queríamos", concluyó.

Sus amigos depositaron ayer un ramo de flores y unas velas en el lugar donde fue hallada muerta la joven. También avisaron a la familia, que está pensando si se traslada a España para repatriar el cadáver o si bien hace todos los trámites a través del Consulado y la Embajada de Rumania en Madrid.

Este homicidio eleva a 50 las muertes violentas en la región, frente a las 90 del mismo periodo del año pasado.

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