Bancaixa condiciona su entrada en el aeropuerto de Castellón

La comisión ejecutiva de Bancaixa decidirá hoy si la caja participa en el accionariado de Concesiones Aeroportuarias, la adjudicataria de la construcción y gestión del futuro aeropuerto de Castellón. De momento, la sociedad está formada por FCC, Lubasa y PGP y su composición final está condicionando la consecución de la financiación necesaria para su construcción e, incluso, su plan de obras. Todo parece indicar que todos los consejeros votarán a favor de la entrada en el accionariado.

Los integrantes de la comisión ejecutiva de Bancaixa tendrán que estudiar el informe elaborado por los servicios de la caja, basado en la documentación facilitada por la empresa. Así, antes de decidir su voto, analizarán el informe técnico que señala la viabilidad del proyecto, pero con varios condicionantes que la empresa habrá de asumir si quiere que Bancaixa compre el 15% de las acciones de Concesiones Aeroportuarias por 5 millones de euros. Una de ellas señala que, en el caso de que las obras de la infraestructura aeroportuaria registren un coste superior al previsto, serán las tres empresas "fundadoras" de la firma, y no la caja, quienes asuman el sobrecoste. Otro condicionante hace referencia a la zona de actividad y servicios, de alrededor de un millón de metros cuadrados, que Bancaixa exige que no se comience a desarrollar hasta que no esté comprometido el 80% del suelo. Además, las reticencias de la caja se refieren también al crédito participativo que ha de avalar la Generalitat, a través del Instituto Valenciano de Finanzas, por valor de unos 44 millones de euros. La comisión habrá de definir asimismo cómo se determina la entrada, ya que aún no se ha decidido si se hace a través de la propia caja o de la cartera financiera. En cualquier caso, Bancaixa debate su entrada como accionista y no como prestataria.

Con la entrada de Bancaixa en el accionariado de Concesiones Aeroportuarias, la obra, adjudicada por 127 millones de euros, estaría financiada en un 30% por recursos propios de la empresa, a los que se sumaría el crédito participativo, más otro 30% que la empresa tiene previsto emitir como deuda. Esto dependerá, en cualquier caso, de que la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) adopte también la decisión de participar en el accionariado, cuestión que se debatirá y, probablemente, se aprobará, la próxima semana.

Al estudiar la viabilidad del proyecto y dictaminar de forma favorable, los servicios de Bancaixa han tenido en cuenta que el riesgo no es alto, pues la inversión es de 5 millones de euros y no hay obligación para el futuro.