Pasión fría
Es un remedo de la Tragedia de Calixto y Melibea; no hacía ninguna falta. Calixto es un gamberro que lo único que quiere es tirarse a Melibea, que es una tontita de pueblo; el amor que es grandioso en el original no es nada aquí, y en un primer encuentro se reduce a una violación, con gritos de dolor y sangre en la camisa; Celestina no es una trágica bruja que va a morir apuñalada por los ladrones a los que ella misma educó, sino una pura truhana. En su cueva no hay humedad, ni humo, ni calor de orza de ensalmos; es un mero burdel. No quisiera que los actores que interpretan estos y otros personajes aparecieran como responsables, y menos aún Núria Espert, que sigue siendo la primera actriz que todos conocemos y admiramos. Una gran parte del fallo la tiene el decorado, que por sí es interesante y bello, móvil con buena maquinaria, pero que no tiene nada que ver con lo que sucede en escena y es glacial. Cualquier pasión se enfría. Creo que el Creador (así se titula en el programa) Robert Lepage tuvo más interés en la literatura picaresca española que en esta tragicomedia esencial; nunca creí que el público se iba a reír tanto con la muerte de Calixto, y con algunas otras situaciones trágicas, aunque luego lo compensara con grandes ovaciones, sobre todo para Núria Espert.
La Celestina
La Celestina, allá cerca de las tenerías, a la orilla del río, de Michel Garneau, basada en la obra de Fernando de Rojas. Intérpretes: Carmen Arévalo, Núria Espert, Marta Fernández Muro, Nuria García, Pep Molina, Nuria Moreno, Roberto Mon, Manuel Puchades, David Selvas, Carmen del Valle, Miguel Palenzuela. Creación y dirección: Robert Lepage. Festival de Otoño. Teatro Español.
Babelia
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