El desvío de la N-332 en Sueca afectará a unos 500 agricultores

Las expropiaciones para ejecutar la variante de la carretera N-332 a su paso por Sueca afectará a unos 500 propietarios de la capital de la Ribera Baixa y de Cullera. La mayoría de las tierras afectadas están dedicadas a la agricultura, y una pequeña proporción afecta a suelo urbano y dotacional público. El levantamiento de actas previas se inicia mañana, miércoles, en Cullera, municipio donde se expropiarán una 200 hanegadas de las 1.000 que ocupará el primer tramo del futuro vial de 8,3 kilómetros. El desvío arrancará entre Sollana y Sueca, continuará hasta el puente que salva el Júcar entre Riola y Sueca, seguirá pegado al río (pasará por la estrecha franja de terreno que existe entre el cementerio y el Júcar), superará el azud de Fortaleny y se dirigirá hacia la partida del Tol·lo, en el término de Cullera, para volver a unirse a la actual carretera.

Tras los tres primeros días de levantamiento de actas (10, 11 y 12), el procedimiento seguirá en el Ayuntamiento de Sueca entre los días 15 y 26 de noviembre. El proyecto, impulsado por el Ministerio de Fomento, es una vieja reivindicación del municipio de Sueca.