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Crónica:FÚTBOL | Décima jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Nueva gesta de Maxi Rodríguez

El argentino del Espanyol marca dos goles idénticos desde el borde del área ante una Real tan frenética como obtusa

La Real venía con el globo que dan dos victorias consecutivas; el Espanyol, sin Tamudo, su punto de referencia, su tótem, casi, casi, su todo. La Real, abajo; el Espanyol, arriba. Y en esto que el conjunto catalán reinventa al argentino Maxi Rodríguez, un futbolista minusvalorado, excesivamente criticado, siempre a la sombra del rey Tamudo, que ayer interpretó a la perfección el papel del media punta, es decir del jugador con caída a una banda (la derecha) y llegada al borde del área. Y así, con inteligencia y una precisión milimétrica, se sacó dos goles de pillo, de futbolista enchufado al partido, siempre atento a la segunda jugada, como si la primera fuera cosa de otros.

En dos trastadas, el delantero argentino pinchó a la Real, que anduvo los 90 minutos con la tensión por las nubes y las ideas por los suelos. Conociendo a ambos equipos no era fácil imaginar un choque enérgico, sin desmayo, de esos en los que la presión prevalece sobre cualquier atisbo de individualidad, sobre cualquier asomo de independencia del colectivo. Partido en los que la conducción del balón se hace dificultosa y, por lo tanto, poco recomendable. La Real asumió el reto y pudo sacar rédito en la primera mitad, cuando la frescura le permitió un contragolpe espeluznante de cinco contra dos que Karpin no supo terminar por su desapego a chutar con la izquierda. O cuando Kovacevic le ganó la acción en un balón aéreo a Kameni que salió, tarde, a saludar al respetable. Luego, Dani remató junto al poste en la única acción del Espanyol en la primera mitad. Era un guión previsible. La Real frenética y el Espanyol agarrado al sacrificio de tres futbolistas: Álex Fernández, Ito y Dani, tan infatigables como oscuros.

REAL SOCIEDAD 0 - ESPANYOL 2

Real Sociedad: Riesgo; López Rekarte, Labaka, Luiz Alberto, Garrido (De Paula, m. 66); Mikel Alonso (Arteta, m. 55), Aranburu; Karpin (Xabi Prieto, m. 77), Nihat, Rossato; y Kovacevic.

Espanyol: Kameni; Ibarra, Lopo, Pochettino, David García; Alex Fernández, Ito; Maxi Rodríguez (Corominas, m. 81), Fredson (Soldevilla, m. 90), Óscar Serrano (Amavisca, m. 85); y Dani.

Goles: 0-1. M. 51. Riesgo saca de forma comprometida a Arteta que se equivoca en el pase hacia atrás y deja el balón a los pies de Maxi que marca de tiro colocado.

0-2. M. 75. Centro de Óscar Serrano que despeja mal la defensa y el balón vuelve a caer a los pies de Maxi, que supera la estirada de Riesgo.

Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Ibarra.

23.837 espectadores en Anoeta.

Lo cierto es que pasaban demasiadas cosas en el centro del campo y muy pocas en las áreas hasta que Maxi Rodríguez se aprovechó de un error de Riesgo en el saque de puerta y de Arteta en el pase. El portero, por su juventud, se quitó el balón de encima con demasiada premura para lavar un error con el pie en la jugada anterior. Y al centrocampista le pilló la jugada desenchufado del partido. El delantero argentino estaba, como siempre, por allí y ajustó su punto de mira a la escuadra para superar la estirada de Riesgo. A la segunda ocasión, el Espanyol encontraba el gol en una economía de ocasiones, que no de esfuerzos, matemática.

A la Real le faltan ideas y ayer le fallaron los costados. Ni Karpin ni Rossato dieron nunca sensación de poder ganar a sus marcadores, por lo que su fútbol se atascaba con facilidad ante la eficiencia de Ibarra y David García, tan poco ofensivos como estrictos en la disciplina del marcaje. Sólo Nihat tuvo la ocasión de empatar al empalmar un saque de esquina que Kameni desvió lo justo para que el balón rebotara en el travesaño. Luego volvió Maxi Rodríguez, el lebrel espanyolista, para recoger un malísimo despeje de la zaga realista, hacia adentro, para disparar con suavidad lejos de las manos de Riesgo. Fue una jugada repetida pero ejecutada con idéntica solvencia, al estilo del Espanyol, un equipo que juega con un fútbol básico, de una elementalidad absoluta, pero con una eficiencia ayer quizás excesiva.

La Real recibió un duro castigo a su indefinición. Flaquea en los costados, no crea en el centro y sufre para concebir jugadas de gol. Al menos recibió la buena noticia de Labaka, un central de posibles. Pero más que centrales, necesita gol, algo mas peliagudo de resolver.

Aranburu intenta cortar un avance de Maxi Rodríguez.
Aranburu intenta cortar un avance de Maxi Rodríguez.JESÚS URIARTE

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