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Columna
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Pasado mañana

Ya sabemos una de las cosas que van a ocurrir mañana, martes 9 de noviembre de 2004: llegarán a Granada, procedentes de Suecia, las primeras líneas de células con las que se empezará a trabajar en el Banco Nacional de Líneas Celulares de la ciudad, que en un futuro ya muy cercano ocupará uno de los edificios en construcción en el Parque Tecnológico del Campus de la Salud. De manera que, por esta vez, el mañana no es un trapo agitado para entretener una espera dócil, sino la hora de comprobar por nosotros mismos que algo que tenía que ocurrir ocurre realmente. Vale la pena celebrar que ha sucedido lo que debía suceder y que, por esta vez, la oposición a que eso ocurriera tiene que tragarse la manía apocalíptica que le provoca el futuro. El mismo día que supimos esta buena noticia nos explicaron más cosas sobre el futuro, y esta vez casi llegamos a verlo: vimos, al menos, el Complejo Multifuncional Avanzado de Simulación e Innovación Tecnológica, que es un hospital en el que los pacientes son robots, androides que respiran, sangran, mueven las retinas de sus ojos falsos y hasta padecen alergias; los médicos del futuro practican con ellos, y para que aprendan a trabajar en todo tipo de situaciones en las afueras del CMAT se pueden provocar la lluvia y el frío. En catástrofes no hay tanta previsión de futuro. O imaginación: leo que uno de los problemas de esta ciudad es que en el cementerio no hay una gran sala con capacidad para víctimas de atentados masivos, terremotos, etcétera, que puedan esperarnos agazapados en el futuro. Atrae más lo festivo: las instituciones buscan sitio para construir un Gran Espacio Escénico Como Granada Se Merece: se trata de que mañana, en la ciudad futura, no nos falte la ópera; de momento se han fijado en la antigua cárcel. Mientras, hay que aguantar el pasado para que no se nos caiga encima. Hace pocos días leía en la prensa de Granada dos noticias que parecían la misma: amenaza de "desplome súbito" de dos o tres edificios en la calle Escudo del Carmen (muy cerca del Ayuntamiento), y en Baza "riesgo de derrumbe" del Palacio de los Enríquez, que eran tíos carnales de los Reyes Católicos. El pasado es urgente, y en Baza piden "que intervenga Cultura" sin esperar a mañana. Otros pueden levantar la vista con calma para mirar lejos en el futuro: en Villanueva de las Torres, un pueblo de 829 habitantes, van a poner en explotación unas canteras de mármol que aseguran la provisión de este preciado material durante los próximos 300 años.

Entre el pasado y el futuro está ese día extraño que es pasado mañana. Y pasado mañana bajarán las temperaturas, y el frío que hace en Ugíjar, población de la comarca granadina de la Alpujarra, empezará a hacer insoportables las aulas sin calefacción del decrépito instituto, con sus ventanas desencajadas y la humedad fría de lo irremediable como una segunda piel. En ese centro padecen carencias gravísimas que pueden resultar hasta soportables al lado de lo verdaderamente duro, que es la duda irremediable que allí tienen: ¿existen? ¿existirán pasado mañana? La patrona del pueblo es la Virgen del Martirio.

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