90.000 euros por 90 minutos
Javi Moreno, delantero del Atlético cedidoal Zaragoza, se ofrece a pagar la mitad de la cláusula que le impide jugar en el Calderón
"Ni siento rencor ni quiero demostrarle nada a nadie, sólo quiero saltar al Calderón mañana y poder decir: '¡aquí estoy yo!'. Me encanta vivir sensaciones, y si encima ganamos sería muy bonito". Para no perderse esas "sensaciones", Javi Moreno se ha ofrecido a pagar la mitad de los 180.000 euros con los que el Zaragoza tendría que indeminzar al Atlético en caso de alinear a su delantero. Esa fue la cláusula impuesta por el club madrileño cuando el pasado verano mandó cedido a Moreno a orillas del Ebro.
"No hay rencillas que valgan, simplemente me gustaría jugar ante mi ex afición por el amor propio que siento hacia mi persona", asegura el ariete nacido en Silla (Valencia) en 1974. Tantas ganas tiene de jugar Javi Moreno en la ribera del Manzanares que el lunes pasado hizo una propuesta nada usual: pagar por jugar. "Llevaba tiempo pensándolo y no lo comenté hasta que llegó el momento adecuado", relata el goleador. "Y cuando llegó, le comenté al míster [Víctor Muñoz] que estaba dispuesto a pagar la mitad de la cláusula, 90.000 euros, aunque parece que al final no va a ser así", se lamenta Javi Moreno, contento por sus cuatro tantos ligueros en lo que va de campaña.
"No soy una persona rencorosa; simplemente, cuando uno es peculiar, lo es para todo"
De lo que sí se queja es de que, cuatro días después, nadie del club le ha comunicado el "no" oficial: "Hay rumores pero directamente nadie me ha dicho nada, así que no descarto viajar a Madrid hasta que no me vea entre los 18 convocados". "Es cierto que le expresó al entrenador sus deseos de jugar pagando, lo que no deja de ser una propuesta pintoresca, pero el club ya ha tomado la decisión", afirma por su parte Miguel Pardeza, director deportivo del Zaragoza. "De todos modos él ya lo tenía asumido y el Zaragoza tampoco se juega la vida contra el Atlético... No es una cuestión de dinero, pero la economía del club está lo suficientemente lastrada como para meterse en estas aventuras", añade el directivo a la par que resta importancia al asunto.
Lo cierto es que, por "muy satisfechos" que estén con él y por mucho que se diga lo contrario, Víctor Muñoz no contará mañana con los servicios de Javi Moreno por una cuestión de dinero. No porque se haya lesionado, por acumulación de amarillas o porque le hayan expulsado. "Son cosas que deciden los clubes, lo que a mí me parece bien; sólo me motivaba jugar este partido", responde el aludido, algo más consciente de sus escasas posibilidades de jugar. El club aragonés no está dispuesto a gastarse un euro, aunque, como mal menor para el todavía jugador rojiblanco, el acuerdo no estipula que Javi Moreno no pueda jugar en La Romareda, cuando la visite el Atlético, allá por marzo de 2005.
Tras su discreto paso por el Milan, Moreno fue fichado por el Atlético en 2002 procedente del club rossonero. Desde entonces apenas se enfundó la camiseta rojiblanca y en las pocas ocasiones en las que lo hizo la afición le criticó con saña. Mientras en su primera temporada marcó cinco tantos en 24 partidos -ocho como titular- bajo la dirección de Luis Aragonés, el curso pasado, en el que se paseó por los campos de Primera División durante 74 minutos repartidos en cinco encuentros, no hizo nada y fue cedido en diciembre al Bolton británico. "Son cosas pasadas pero no soy una persona rencorosa, simplemente estoy como una cabra; cuando uno es peculiar, lo es para todo".
Que se sepa, ni Barcelona -Javi Moreno se inició en sus categorías inferiores- ni Real Madrid imponen este tipo de condiciones a quienes abandonan sus filas. Como ejemplo, Riki fue de los hombres que más peligro creó en la visita del Getafe al Bernabéu, mientras que el blaugrana Ros también pisó el césped del Camp Nou en la sufrida victoria sobre el Numancia. La entidad que preside Joan Laporta incluso aumenta, a 10.000 euros por partido, el volumen de sus arcas siempre que no juega Sergio García en el Levante. La primera convocatoria de Bernd Schuster, en la que el barcelonés no figuraba, se entendió como un pulso al presidente del conjunto valenciano.Nada que ver con las pretensiones de Javi Moreno, que no sabe si presenciará el Atlético-Zaragoza como un aficionado más en el estadio.
Haga lo que haga, el delantero tendrá que esperar para cumplir sus deseos -o vendetta, según cómo se mire- hasta el 20 de marzo de 2005. El dicho popular señala que "la venganza es un plato que se sirve frío". Javi Moreno no le ve del mismo modo: "Insisto, no soy una persona rencorosa, pero sí cabezota".
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