Camps pide al Grupo Popular que agilice los trámites para aprobar el nuevo Estatut en marzo

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ordenó ayer al portavoz del Grupo Popular, Serafín Castellano, que agilice los trabajos parlamentarios para que el pleno de las Cortes Valencianas apruebe el dictamen de reforma del Estatut el próximo 7 de marzo y se pueda registrar en el Congreso de los Diputados el 9 de marzo. El anuncio, en la tercera y última de las entrevistas de Camps con los portavoces parlamentarios, causó estupor y disgusto en la oposición. El PSPV tachó el anuncio de "broma de mal gusto" y EU expresó su temor a que se devalúe la reforma.

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Francisco Camps no ocultó ayer, al término de su entrevista con Serafín Castellano, su intención de lograr que la reforma del Estatut sea la primera que se debata en el Congreso de los Diputados en esta legislatura, por delante de cualquier otra de las planteadas en las autonomías denominadas históricas.

"De todas las reformas es el Estatut el que tiene el doble consenso [en el Congreso y en las Cortes Valencianas] y la que considera fundamental el marco constitucional", prosiguió Camps. "Es una llamada a que cualquier reforma [estatutaria] tenga el apoyo del PP y del PSOE tanto en la comunidad autónoma como en España".

El portavoz del Grupo Popular, Serafín Castellano, explicó tras la reunión que en la reforma del Estatut el PP no busca referencias en ningún otro territorio autonómico, ya que "la Comunidad Valenciana es una referencia en sí misma". Tras lo cual, Castellano aseguró que "el 7 de marzo se puede votar el dictamen en el pleno de las Cortes Valencianas y el 9 de marzo se puede presentar en el registro del Congreso". El portavoz popular quiso justificar el calendario acordado con Francisco Camps en el hecho de que marzo es un mes "simbólico" porque las modificaciones puntuales realizadas en el Estatut en 1991 y 1994 se realizaron en vísperas de la primavera.

"La pretensión del PP es acortar al máximo los plazos. Los trabajos de la ponencia están muy avanzados", sentenció Serafín Castellano, que tras la entrevista con Francisco Camps trasladó a los socialistas Joan Ignasi Pla y Antoni Such y Glòria Marcos y Joan Ribó, de Esquerra Unida, su pretensión.

El portavoz adjunto del Grupo Socialista Antoni Such calificó el anuncio del calendario como "un acto de estricta unilateralidad y una broma de mal gusto". "Se saltan la ponencia, la comisión de reforma del Estatut y entra en contradicción su deseo de buscar el consenso con el intento de imponer un calendario", dijo Such.

Para Such, es lamentable que el presidente de la Generalitat se pliegue a la estrategia de su partido en Madrid, muy distinta de la que ha expresado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de respeto a las decisiones de los Parlamentos regionales. Los socialistas insistieron ayer en que el calendario de reforma del Estatut no se puede imponer de forma unilateral.

Por su parte, el portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, Joan Ribó, que el día anterior había pedido al presidente de la Generalitat serenidad en la reforma del Estatut y que el protagonismo correspondiese a las Cortes Valencianas, acusó al PP de "precipitar la reforma valenciana para poner freno nuestras aspiraciones y a las de otras comunidades". "Parece que se quiera utilizar el Estatut como muro de contención de otras reformas y que nosotros seamos el ejemplo a la baja que pretende el PP", sentenció Ribó, que tachó de insuficiente el calendario previsto por Francisco Camps "a no ser que PP y PSPV tengan mucho camino avanzado bilateralmente y no haya mucha materia sobre la que discutir".

Francisco Camps y Serafín Castellano anunciaron que el PP propondrá la inclusión en el Estatut del Monestir de la Valldigna -pero no otros elementos identitarios como el penó de la Conquesta-, la inclusión del Fondo de Cooperación Municipal o una referencia a la necesaria solidaridad interterritorial en materia de recursos hídricos. "El preámbulo y el título primero del Estatut son innegociables", insistieron.