Diputados del PP tumban los presupuestos de su propio partido en la Diputación de Almería

Los presupuestos de la provincia de Almería para 2005 no fueron aprobados ayer en el pleno de la Corporación provincial que gobierna con mayoría absoluta el PP. La votación se saldó con 13 abstenciones, 10 votos negativos y 4 positivos. Los insólito del resultado es que la oposición (PSOE e IU) y el independiente de Gial, coaligado con el gobierno, se abstuvieron. El presupuesto fue tumbado por 10 diputados rebeldes contrarios al presidente de la institución y compañero del PP, José Añez. Éste pidió disculpas por el "espectáculo" ofrecido y 23 alcaldes del PP amenazaron con salirse del partido.

El pleno de ayer sitúa a la Diputación de Almería en la mayor crisis institucional vivida en los últimos 25 años de democracia. El rigor de las cifras y sus comparaciones con ejercicios anteriores pasaron a un segundo plano y fueron las valoraciones políticas de todos los partidos las que afloraron.

El diputado aliado en el gobierno del PP, Francisco Javier Sola, del Grupo Independiente por Almería (Gial), fue el primero en anunciar el cambio de sentido de su voto, que en la comisión de hacienda fue a favor de las cuentas. "Gial es independiente y no tiene que entrar dentro de una guerra política en el PP. Se ha intentado presionar política y mediáticamente a este partido, por eso nuestro voto es abstención", justificó. La diputada de IU, Isabel López, tras mostrar su desacuerdo con las cuentas al considerarlas continuistas, más "presidencialistas" que en 2004 y de insuficiente esfuerzo inversor, se abstuvo también. "Nuestro posicionamiento político es no. Haciendo un ejercicio de responsabilidad para no agravar la situación de ingobernabilidad, IU se va a abstener", dijo López. El portavoz socialista, Antonio López Olmo, dio también la sorpresa al solicitar que la votación del presupuesto se hiciera nominativa, petición que fue aprobada por unanimidad del pleno y que minutos después revelaba la abstención de los socialistas.

En su turno de palabra, el portavoz del PP y diputado de Turismo, Enrique Arance (enfrentado a Añez) fue interrumpido con los gritos de "¡Sinvergüenzas, fuera de ahí!" por los 23 alcaldes que acudieron al pleno en apoyo de los llamados integradores del partido. "Nosotros conocíamos cada área pero desconocíamos el presupuesto en su conjunto. Solicitamos que se retirara del orden del día para su estudio. El presupuesto se entregó al PP el mismo día que se llevó a la comisión para su dictamen", alegó Arance para justificar su voto en contra y el de sus compañeros. Fue entonces cuando el secretario del pleno, preguntado por Añez, informó de que todos los expedientes preceptivos de los presupuestos estuvieron a disposición de todos los grupos políticos desde el pasado 2 de noviembre. "Con esto queda disipada cualquier duda. No voy a entrar a hacer análisis políticos. Esta institución está siendo manchada y lo lamento. Como presidente pido disculpas a todos los grupos políticos y a la ciudadanía de Almería que nunca va a entender qué pasó", zanjó Añez.

La reacción de los 23 alcaldes del PP fue inmediata y quisieron anunciar su marcha del partido, que fue frenada por el propio Añez a la par que les invitaba a formar parte de su candidatura para el congreso provincial del PP del próximo 11 de diciembre. Así las cosas los ediles exigieron la dimisión de los 10 diputados enfrentados a Añez y los llamados integradores del PP de Almería. "Se nos ha faltado al respeto. Queremos que el PP tome medidas e incluso pedimos la dimisión de esos diputados que nos han dejado en muy mal lugar. No queremos que se luche por intereses particulares sino por los del partido", expuso el alcalde de Abrucena, Juan Manuel Salmerón.

Los alcaldes propusieron, además, la creación de un comité de alcaldes para intermediar entre ambas sensibilidades dentro del PP para "intentar aunar soluciones y aunar las posturas distantes". Por su parte, el secretario de Política Institucional del PSOE, Juan Antonio Segura Vizcaíno, responsabilizó a Javier Arenas de no haber sido capaz de resolver el problema orgánico existente en su partido y de haberlo trasladado a la institución provincial.

En Sevilla, Arenas se decantó por los diputados rebeldes y consideró "insólito" que se envíen unos presupuestos "desconocidos" por la mayoría del gobierno de la Diputación.