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Yukos pide a sus accionistas que aprueben la quiebra

Pilar Bonet

El Consejo de Administración de la petrolera Yukos pidió ayer a sus accionistas que aprueben la declaración de quiebra del grupo en la asamblea general prevista para finales de diciembre. La directiva se plantea la bancarrota de la empresa ante la imposibilidad de hacer frente a las facturas del fisco y ha recomendado la celebración de una junta general de accionistas el 20 de diciembre para que se pronuncie sobre el tema, sin que ello excluya que la bancarrota pudiera producirse antes incluso.

"La quiebra no es algo que queramos. Hemos tratado de evitarla, pero si estamos en bancarrota, estamos en bancarrota y tenemos la obligación legal de declararlo", dijo ayer en una rueda de prensa el presidente de Yukos, el norteamericano Steven Theede. Éste manifestó que, en la situación actual, el fisco se lleva la mitad del volumen mensual de ingresos, calculado en 1.800 millones de dólares. En un esfuerzo por mantener la producción (1.700 millones de barriles diarios), Yukos ha interrumpido sus inversiones de capital y atiende sólo al pago de reparaciones técnicas, facturas de energía eléctrica, comunicaciones y sueldos. El "momento crítico" puede producirse cuando el volumen de obligaciones financieras de la compañía supere el valor de sus activos, señaló. El anuncio sobre la posible bancarrota, que no es el primero, se realizó después de que el fisco le pasara una nueva factura por impagos de 2002. En conjunto, las reclamaciones del fisco por 2001 y 2002 suman 17.000 millones de dólares. "La situación no es sostenible. No podemos seguir así por mucho tiempo", dijo Theede.

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Theede no se resignó ayer a dar por perdida Yukos y señaló que existen posibilidades de salvar la empresa, si el Gobierno se aviniera a alguna de las cinco alternativas que la compañía le ha propuesto. Éstas incluyen el endeudamiento exterior, la venta de los recursos que genere la interrupción de la fusión entre Yukos y Sibneft y la venta de otros activos diferentes a Yuganskneftegaz, la joya de la corona de Yukos, que produce más del 60% del crudo de ésta. Sin Yuganskneftegaz, Yukos no tiene posibilidades de seguir existiendo como la gran petrolera que ha sido.

Theede subrayó que, aun a riesgo de ver anuladas sus licencias de extracción, la empresa da prioridad al impuesto sobre la exportación, ya que si no lo pagara se vería obligada a interrumpir la producción. Theede insistió en que la venta de Yuganskneftegaz es ilegal según las leyes rusas, que establecen una prioridad en la venta de activos para atender obligaciones financieras. También dijo que resultaba difícil calcular el momento justo para la quiebra.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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