Pérez Casaux publica una edición de su 'Teatro selecto'

El escritor Manuel Pérez Casaux (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1929) acaba de celebrar su 75º aniversario con una cuidada edición de su Teatro selecto. La iniciativa, según el autor, partió de sus paisanos portuenses representados en el Ayuntamiento. "Decían que nunca, en todos estos años, me habían rendido un homenaje, y pensaron que esta sería una buena forma de hacerlo", explica. "El acto de presentación fue en la cárcel que hoy es iglesia

[el Monasterio de la Victoria de El Puerto] y me hizo mucha gracia porque yo tengo una novela corta titulada El homenaje con una situación parecida: un homenaje a Alberti, en el que unos terroristas se infiltran para dispararle, cosa que por fortuna no sucedió en mi caso", añade.

Teatro selecto de Pérez Casaux comprende cinco de las 29 obras dramáticas escritas por él, si bien sólo ha estrenado 14. La primera de las piezas escogidas es La cena de los camareros, estrenada en 1963, "una obra muy filosófica, encuadrada en el teatro del absurdo", dice Pérez Casaux. Le sigue La curiosa invención de la Escuela de Plañideros, que fue galardonada con el Premio Ciudad de Alcoy el 25 de noviembre de 1975. "La escribí en catalán y se estrenó así", recuerda el autor. "Es curioso que aludiera a las plañideras que en el antiguo Egipto eran contratadas para llorar la muerte del faraón, y que me la premiaran el mismo día en que murió Franco, nuestro faraón particular".

Levantamiento de Cádiz

Otra de las obras recogidas, Crónica y justicia del levantamiento de Cádiz, está ambientada en la rebelión gaditana contra el general Pavía, su protagonista es Fermín Salvochea y fue estrenada en el Teatro Lope de Vega de Sevilla en 1976. Motín y preludio de la guerra del francés trata de comparar la figura de Godoy "con algún jefe de los que ha tenido España". Finalmente, El imposible motín de los buenos salineros se refiere a una huelga de las salinas gaditanas en 1903.

Profesor de Lengua Inglesa, Manuel Pérez Casaux pasó 25 años ejerciendo su profesión en Barcelona. Fue fundador, junto al controvertido Sánchez Casas, del grupo de teatro Quimera, pues desde siempre se ha considerado "un hombre preocupado por las situaciones políticas y sociales que hay en el mundo". "He sido un hombre de izquierdas perseguido, y he tratado de contar lo que veía de una forma u otra", comenta.

Afincado desde hace 10 años en la ciudad de San Fernando, ya jubilado, asegura dedicarse "a contemplar". "Soy muy mayor", argumenta. No obstante, escribe sin parar y gana premios constantemente, ya sea en el campo de la poesía, la narrativa o la escritura dramática. Ayer mismo presentaba en el Ateneo de Cádiz una nueva novela corta, Días de tomillo y orozuz, evocación del Día del Corpus del año 37.